Babysitter •

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Cada capítulo que esté marcado con (•) será smut.

Contenido adulto. Leen bajo su responsabilidad :P
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Era un día caluroso, podía sentir el sol quemándome la piel durante todo el camino a la casa de los Chalamet. Que no valía la pena ir en coche, porque vivían a unas 3 cuadras de mi casa.

Hacía bastante tiempo que trabajaba para ellos, cuidando a la pequeña Hanna, la hija más pequeña. Aunque, a decir verdad, no sabía cuantos eran en esa casa, casi nunca estaban. Solo los conocía por fotos.

Golpee unas cuantas veces en la puerta de entrada esperando a que alguien dentro escuchara.

—Oh, no te preocupes. Tengo llaves... —una voz masculina se escuchó detrás de mí, una chico delgado, con el cabello castaño y algo alborotado de puso a mi lado— ¿eres la niñera?—estrechó mi mano cuando estuvo a mi lado.

—Sí, así es —él asintió y los dos nos adentramos en la casa, vi a Hanna en el sofá de la sala.

—Estaré en mi habitación si necesitas algo...

—Claro, gracias...

Aunque Hannah era un amor de niña, a veces se tornaba un poco aburrida cuidarla y hacer siempre lo mismo con ella. Mirar los dibujos animados, tomar jugo de naranja mientras dibujamos animales de colores raros, tener que vestirla y maquillarla como princesa-dinosaurio y así sucesivamente.

Al cabo de unas horas Timothée bajó a la cocina y su hermanita fue hacia él. Obviamente tuve que seguirla.

—No puedes tomar esto Hannah, tienes tus jugos. —dijo algo fastidiado mientras se servía coca cola en un vaso —toma, vete a ver tu programa —le tendio un jugo y ella se fue algo enojada a la sala de estar —¿quieres?

—¿Uhm? —dije algo sorprendida de que me hablase.

—Si quieres un poco de refresco... —para ese momento él ya había llenado el vaso y me lo tendió.

—Gracias... —dije, tocando sus dedos al momento de agarrar el vaso, lo cual hizo que mi piel se erizara.

—Bebe, querida... —dijo mientras él hacia lo mismo, mirándome con sus ojos color esmeralda de arriba a bajo. Yo en cambio, miraba el salón como si fuese la primera vez que pisaba la casa.

El sonrió, porque sabía que estaba poniéndome nerviosa, dejó el vaso sobre la encimera y se acercó a mí, tanto, que nuestras narices podían tocarse. Cerré los ojos, pensando en lo que podía pasar, pero el tomó su teléfono que estaba detrás de mi, dejándome totalmente en ridículo.

—Te ves algo tensa, ¿hay algo que pueda hacer por ti?

Sonrió otra vez como antes, tratando de hacerme caer. Estaría mintiendo si diría que no era el hombre más hermoso que vi en mi vida y que lo que podría hacer por mi es follarme tan fuerte que sintiera que tiene dos malditos penes. Pero me quedé callada y mirando a mis pies.

—Así que, es así  como quieres jugar...

Se acercó a mi y comenzó a dejar pequeños rastros de besos en mi cuello. Cuando consiguió que de mis labios se espacase un gemido me llevó a su habitación. No pude evitar pensar en Hannah y que no puede quedarse sola abajo.

—¿Que hay de Hannah? —tengo un solo trabajo y es cuidarla, no puedo dejarla sola. Pero mi mente estaba debatiendo en algo que era más que claro lo que estaba bien y lo que estaba mal.

—Vamos, no tardaremos tanto... —su mirada cambió de chico soft a el mayor fuckboy de la ciudad. Estaba ahí, mientras me sonreía y se acercaba cada vez más a mí— no juegues conmigo... — lamió sus labios mientras esperaba mi respuesta. Debería de haber prestado más atención en la maldita iglesia, no estaría sobre su maldito escritorio ahora— te deso tanto...

Comenzó a meter sus manos bajo mi falda y a lentamente quitar mis panties, cuando me vio así, su mirada fue como si no hubiese comido en días.

—Ahora escuchame —dijo mientras me jalaba del cabello para quedar a su altura y comenzaba a tocar mi centro— no haras ningún maldito ruido y no diras ni una palabra, a menos que lo haya pedido. Me llamaras daddy, porque eso es lo que soy para ti ahora.

Seguía tocandome, cada vez mas rápido.

—¿Entendiste, bebé?

Asentí frenéticamente mientras el puso un dedo en su boca y luego lentamente lo fue introduciendo en mí. Cuando comenzó a moverlo me tomé del escritorio como si mi vida dependiera de ello. Me estaba conteniendo demasiado. Pero no pude aguantar tanto, un pequeño "a,ahh" se escapó de mis labios e hizo que él parara abruptamente tirandome a su cama.

—Pensé que había quedado en claro lo de no ruidos...

—Lo... siento...

—En mi regazo, ahora. —hice lo que el me dijo, dejándome expuesta para él— cuenta... uno.

Comenzó a contar, lo que era la primera de sabe quien cuantas palmadas me dio, no podría sentarme mañana, o incluso volver a casa. Luego de seguir así por un minuto o algo, mis ojos estaban llenos de lagrimas y dejé escapar un pequeño sollozo para que tuviera compasión de mí. Pero cuando lo miré con mis ojos suplicantes paró y me sentó sobre él dándome un intenso beso.

—Lo siento, daddy... —el suspiro.

—Maldita sea, no se quien eres, pero me encantas.

—(T/n) Aspen...

—Timothée, Timothée Chalamet. —asentí y él volvió a juntar nuestros labios en un apasionado beso.

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Hey! Como están? Espero que  bien y todos estén cuidándose. Ojalá les haya gustado.

Por si no saben tengo una novela/fanfic de Timmy, si quieren pueden leerla.

Gracias por leer. L@s quiero ♡♡

One Shots ° Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora