Despertar

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Era un frío día de invierno en londres, recuerdo ver a los otros niños jugar en la nieve a través de mi ventana.

-Thomas?! Qué haces ahí? Sal a jugar con los demás. Exclamo mi abuela.

- en realidad no tengo ganas

- Mi niño... si no sales no crecerás y te quedarás enano toda la vida. Exclamó en tono burlón mientras se retiraba de la puerta de mi cuarto.

Nunca fui igual a los demás, no me sentía identificado, era como la pieza del rompecabezas que no encajaba, nunca lo entendí así que preferí simplemente distanciarme.

Mi madre llega del trabajo todos los días como un reloj, nunca falla, era muy trabajadora se levantaba todas las mañanas muy temprano para ir a trabajar no sin antes preparar el desayuno para mis abuelos y para mi.
Una tarde llego del trabajo lista para hacer la cena pero faltaban un par de verduras y especies así que me encomienda ir al mercadillo cerca de la casa, me da unos peniques y salgo bien abrigado.

Al salir salido a los demás niños que siguen jugando con la nieve y ellos me devuelven el saludo invitándome a jugar con ellos pero tenía prisa y aparte no me llamaba mucho la atención que me arrojaran bolas de nieve a la cara.

Llegando al mercadillo hay una plaza donde se reúnen todas las personas del pueblo, comercian, beben y de vez en cuando para escuchar un poco de música, algo burdo pero entretenido, sin embargo esa noche no había cualquier músico tocando, era la primera vez que iba a tocar un famoso pianista, honestamente no recuerdo su nombre, pero lo que sí recuerdo es que cuando comenzó a tocar sentí una felicidad que jamás había sentido, sentí una conexión con su música inexplicable, estaba feliz, estaba en paz, cerré los ojos por un momento para deleitarme con las dulce melodía que salía de su piano, podría entenderlo, lo que sentía el, lo trasmitía con su música, sentía las vibraciones de las cuerdas del piano dentro de mi, como fluían por mi cuerpo los acordes.

Esa noche encontré al lugar donde pertenecía, encontré mi pasión, mi motivo por el cual nací, yo me convertiría en pianista.

Regrese a la casa emocionado a contarle a mi familia lo que había vivido.

- mamá, quiero estudiar música.

- Que bueno hijo y los víveres que te mande a comprar.

- ... ehmmm estaba cerrado ( claramente lo olvidé pero no quería un regaño en ese momento)

- Bueno... supongo que comeremos puré con frijoles

- Mamá no me estás escuchando te dije que quería ser músico.

- Si te he escuchado, si eso es lo que te hace feliz por mi está bien, yo te apoyo.

- Bueno.

- Bueno.

- .... quiero un piano.

- Así nada más? Son un poco costosos, de donde sacarás el dinero?. Dice de manera sarcástica y burlona.

- Pues crei que me podrías ayudar con eso.

- Pues hagamos un trato, te parece? Si trabajas
y ahorras la mitad yo te pongo la otra mitad.
- Pues me parece bien. Digo de manera impetuosa.

Al otro día en la mañana salí a buscar trabajo, lo cual no era muy fácil para un niño de 10 años pero voy a casa de mi vecino que tenía un par de animales de granja a ver si me podía ganar unas monedas.

- buenas!

- Joven Thomas a que debo esta visita

- Buen día señor, quisiera saber si necesita ayuda, me gustaría trabajar para usted.

El pianistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora