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[mafumafu]

Cuando me desperté Soraru-San no estaba a mí lado,  salí de la habitación y fui a buscarlo. cuando pase por el pasillo aun lado del baño escuche algo.


Soraru-San: " Ah... Mafumafu..."

 Se escuchaban sonidos húmedos como eco en el baño, Soraru-San estaba masturbándose... Escucharlo jadear e imaginarlo me hicieron sentir... me senté en el suelo cerca de la puerta y metí mi mano dentro de mi pantalón, trataba de que mis gemidos fueran los más suaves y  bajos posibles, Soraru-San suspiraba.


Soraru-San: " Ah... Ah, se mío Mafumafu" 


Soy tuyo decía desde mis adentro y aumentaba la velocidad.


Mafumafu: "Ahh... Soraru-San"


Trataba de correrme lo antes posible antes de que saliera...


Mafumafu: "Soraru-San... Ah, ah, ¡Soraru-San!"


Cuando abrí los ojos Soraru-San estaba asomado por la puerta del baño viéndome.


Mafumafu: "¡Ahhh! ¡Y-Y-Yo no vi nada! ¡No escuche nada! ¡NO ESTABA HACIENDO NADA!"

Soraru-San: "..."


Cerro la puerta del baño con fuerza y después de un segundo salio.


Soraru-San: "..."

Estaba ahí viéndome mientras yo seguía en el suelo...


Mafumafu: "..." 

Soraru-San: "..."

Mafumafu: "¡Desahógate conmigo!" 


Soraru-San: "¡¿Qué?!" 

Mafumafu: "Soraru-San, ¡No puedo más con esto! ¿Qué soy para ti? ¡Desde aquella vez no me tocas! Sabes que soy hombre también, ¿No?" 

Soraru-San: "..."

El se agacho, nuestras caras estaban a la misma altura y me beso...


Soraru-San: "Te amo Mafumafu, pero tengo miedo de hacerte daño"


[Soraru-San]


Mafumafu estaba enrojecido y sin palabras...

Mafumafu: "Soraru-San, no diré que no me harás daño, pero en el amor también hay dolor"

Volví a besar sus labios con suavidad, para después convertirse en un beso apasionado,  mordía sus labios e introducía mi lengua adentro, mis manos estaban a ambos lados de su cabeza a  recostados de la pared.


Nos separamos dejando un hilo de saliva mientras tomábamos aire.


El no decía nada y comenzó a avergonzarse de verme a los ojos ... Eso me gustaba, quería hacerlo mío... Y eso también me da algo de miedo...Lo cargue.

Durmiendo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora