Jōtaijō (La invitación) [Sasunaru, +18]

Encuentro

*Fanfic que surge de un juego de rol 1x1 entre dos fanáticxs de la serie, por lo tanto, hay dos narradores omniscientes desde la perspectiva de ámbos protagonistas.

..............................

•𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂 𝑺𝒂𝒔𝒖𝒌𝒆

La vida da vueltas inesperadas, y de eso nadie sabía más que el vengador de cabellos negros que alguna vez había amenazado con destruir su propia aldea. De aquel evento habían pasado años, quizá no muchos, pero los suficientes para cambiar objetivamente la convivencia de la mayoría de habitantes. Después de la guerra, Konoha se hundió en una era nueva de paz y armonía, formándose una unión con las demás aldeas que se creía imposible antes de la llegada de Naruto Uzumaki, quién desde la pasada guerra todos veían como próximo sucesor a Hokage por su talento innato de hacer de los enemigos aliados, y de convertir la oscuridad en luz por donde quiera que pasara.

En el fondo estaba orgulloso, pues sabía lo merecido que tenía el puesto de salvador y héroe de guerra, aunque claro que no era mucho de demostrar emociones, por lo que para su despedida un apretón de manos había sido suficiente como gesto de agradecimiento, una redención a sus actos amargos que se perdonaron con sonrisas mutuas. Ahora el Uchiha se denominaba a sí mismo el guardián de las sombras, pues había decidido dedicar su vida al perdón de la aldea, a inmortalizar los deseos de Itachi y a embarcarse en un viaje que parecía interminable, al menos hasta que recibió la noticia que lo cambiaría todo.

-¿Eh? ¡¿Boda?!- alzó la voz levemente haciendo que resonara entre los árboles, frente a un mensaje en forma de pergamino traído directamente desde Konoha por su halcón mensajero.La impresión lo había congelado, pues el leer "Boda" y "Naruto Uzumaki" en la misma oración era algo que jamás hubiese pensado en la vida, menos en forma de invitación formal. Algo en él siempre creyó que existía un lazo irrompible entre ellos, que siempre serían sólo Naruto y Sasuke, teniéndose el uno al otro y que eso bastaba, por más raro que sonara en ese instante.

Sí, ese tiempo de reflexión en solitario le había mostrado un par de cosas del pasado, especialmente el por qué de sus acciones y su obsesión por cortar lazos con aquel chico ruidoso que parecía seguirlo a todos lados. Era difícil de aceptar, pero se había dado cuenta que quizá el odio que decía tener era en realidad una confusión de sentimientos reprimidos por una rabia fuera de lugar, pero como todo lo de aquella época, lo había enterrado. ¿Acaso era el único que se había sentido de esa forma? Ahora tenía la sensación de haber huido antes de confesárselo, y una incomodidad recorrió su cuerpo haciéndolo levantarse por impulso.

Maldecía, pues claramente era tarde para soltarle esa clase de información y que no se arruinara la amistad que habían formado en ese tiempo, pero simplemente no podía quedarse con los brazos cruzados y atender a la boda como cualquier invitado más.

No lo pensó dos veces, sintiendo que si le daba muchas vueltas al asunto terminaría arrepintiéndose, así que rápidamente invocó a Garuda para que lo ayudase a llegar antes a Konoha, y con suerte estaría allá al menos un par de días antes de la boda.

¿Acaso se había vuelto loco? Volar hasta la aldea de la hoja sin avisar después de más de dos años sólo para decirle a Naruto lo que había sentido parecía un plan absurdo, pero su impulsividad había ganado esta vez, así que no podía dar marcha atrás, sólo cerró los ojos esperando que el viaje no le incrementara la ansiedad.