El atraco a Bravo

3 0 0
                                    

A la mañana siguiente desperto Mario, se vistió y preparo su rifle para salir a cazar
La mañana era refrescante el sol con sus primeros rayos hacían lucir con gran esplendor la presa, los animales retomabán su rutina y el día cada ves era más bello,
Mario empezó a buscar un punto de estrategia para poder buscar algún animal para poder comer ese día.
Al caminar por unos riscos se dio cuenta que se escuchaban algunos galopes por las veredas del risco y al otro lado se alcanzaban a notar un ligero brillo que provenía de los frenos de los caballos acompañado con unos relinchos
Mario dejo de casar y regreso al campamento, cuando llegó al lugar Kaleb y Gerardo se alistaban para partir Mario llego hacia donde estaban ellos y les contó que los oficiales venían tras ellos que era hora de partir.
Montaron sus caballos y salieron del campamento, se acercaba el atardecer y los muchachos ya habían dejado a China atrás y entraron a el municipio de Bravo y a lo lejos se ve una pequeña casa abandonada así que arribaron al lugar a descansar pero de pronto se escuchó algo de movimiento dentro de la casa, Mario le hizo una señal a Kaleb para que preparará su arma ya que no sabían lo que habría dentro Gerardo saco su arma y se pateo la puerta, al entrar encontraron a un hombre en la mesa con un pequeño plato terminando de comer Gerardo rápidamente se acercó y le quitó el arma
El hombre asustado levanto las manos y pregunto
-¿Que pasa? ¿Acaso son oficiales?-
Kaleb con una risa respondió
- no amigo pero al parecer estás huyendo de ellos ¿No?-
El hombre dio un suspiro de alivio
- claro amigo me persiguen desde Galeana -
Mario entro ala casa y al ver al hombre dio un grito de alegría
- ¡Heriberto! viejo amigo cómo has estado-
Kaleb algo extrañado pregunto a Mario
K -¿Lo conoces?-
M - Claro que lo conozco el trabajo conmigo en Anáhuac en la pequeña hacienda -
K - y ¿Le tienes confianza?-
M - por supuesto el me ayudó a salir de muchos problemas Kaleb somos casi iguales -
Kaleb le dio una señal a Gerardo y le regreso su arma
Heriberto tomo su arma dio las gracias y pregunto a Mario que hacía en ese lugar con esos tipos
Mario dijo que dejo su trabajo y empezó una vida criminal
Mario algo dudoso le pregunto lo mismo pero eso no le quitaba la sonrisa
Heriberto solo se sentó a la mesa terminó el único bocado que quedaba y le dijo
H - pos ya sabes Mario, cuando me presionan mucho llegó a explotar -
M - y ¿Eso que tiene que ver? -
H - que el tipo con el que trabajaba no lo sabía -
M - y ¿lo mataste?-
Heriberto solo se quedó viendo el plato y acento con la cabeza
Kaleb prendió un cigarrillo y se lo ofreció a Heriberto para que se calmara un poco
Heriberto al tomar el cigarro les pregunto que hacían en un lugar abandonado por la vida misma
Gerardo exclamó
G - veremos qué tiene de bueno Bravo para tomarlo -
H - ahh entonces roban eh - dijo mientras soplaba humo
K - si y hay un lugar más para un acompañante si quieres unirte -
H - ¿Cual es la paga? -
M - depende de qué tan grande sea la cantidad -
H - okey  estoy dentro -
K- ya está ¿sabes algo sobre el pueblo?
H - si van hacia Bravo al suroeste como a unos 4 kilometros se encuentra una mina -
G - de que es esa mina Heriberto -
H - mira hombresito no me interrumpas, en esa mina e visto que salen 2 carretas todos los domingos así que tenemos - comenzó a contar mientras exhalaba humo
H - ¡3 días solamente! Para asaltar esas carretas -  dio una risa pequeña
M - y sabes ¿Que ruta siguen? -
H - no, pero se dirigen a Monterrey, ahh se me olvidaba tienen 8 guardias las carretas -
K - y ¿Cómo sabes todo esto? -
H - los e visto pasar por el pueblo -
G - okey caballeros tengo masó menos una idea de como asaltar las carretas pero necesitamos más información así que mañana haremos unas prácticas y viajaremos al pueblo para ver cómo está situado ¿Entendido? -
Todos aventamos con la cabeza
Heriberto abrió una puerta y ahí se encontraba dos catres oxidados y unas cobijas viejas que encontró por ahí
Kaleb corrió rápidamente y se lanzó hacia una catre
Heriberto le siguió el paso y se acostó en la segunda
Gerardo solo suspiro y dijo que iba por la cobija que estaba en la silla de su caballo
Mario encontró otra puerta y encontró unas pacas viejas de heno y se recostó sobre ella.
A la mañana siguiente se despertó Mario salió del pequeño cuarto y encontró a Heriberto preparando algo de café
H - hey amigo, todavía te sigue el levantarse temprano -
M - si Heriberto ya se me hizo costumbre -
Sirvió un poco de café en unas tazas viejas y por la vieja ventana se asomaban unos pequeños rayos de sol
Despertó Kaleb preguntando por Gerardo
H - yo vi que salió hace media hora seguro y salió a tomar aire -
Gerardo entro a la casa y exclamó
G - ehh muy bien vamos a hacer unas pruebas para tomar posiciones durante el atraco tenemos hoy para hacer las pruebas y visitar el poblado y mañana atacaremos Bravo -
G - salgan vamos está todo listo -
Salieron los tres un tanto somnolientos y encontraron varias latas dispersas por todo el terreno
G - muy bien amigos vamos a comenzar con la prueba de tiro, el que acerté en más tiros se quedará con el primer puesto -
Gerardo saco un rifle y dijo
G - okey hay diez latas, cada una tiene cierta distancia pero la última es de 238 metros así que comencemos con la prueba, Kaleb vas tú primero -
Kaleb algo confiado apunto a la última lata pero fallo por varios metros extrañado de haber fallado apunto a la novena y al igual fallo
Algo nervioso disparo a la séptima y logro derribarlo y con un grito dio a saber que el "era el de mejor puntería"
Le cedió el rifle a Heriberto y con una buena punteria derribo la octava y viendo a Kaleb le sonrió diciendo "ese puesto te lo vengo quitando yo"
Gerardo tomo el rifle y disparo a la novena derribandola y viendo a los dos río mientras les dijo "ja ja ja ustedes dos me la vienen pelando"
Mario tomo el rifle y espero un poco
Mientras los demás se reían y  presumían sus tiros el solo se concentro dio un suspiro y disparo así   derribando la décima lata cargo el rifle y disparo a las demás latas restantes
Al terminar sus tiros le regreso el rifle a Gerardo
Al asombrarse de los buenos tiros se quedaron callados 
Algo asombrado Gerardo dijo
G - mm bueno vamos con la siguiente prueba, tu ya no ocupas hacerla Mario tu ya tienes un puesto -
Mario acento con la cabeza mientras prendía un cigarro
G - la siguiente prueba es la de velocidad y fuerza, el que logré desenfundar más rápido el arma y disparar será el que tomara un puesto-
Se posicionaron en un punto fijo y contaron hasta tres para disparar
G - ¡okey listos! 1...2...3 -
Comenzaron a disparar como locos
Pero el que tenía la mano más hábil fue Gerardo y le seguía el paso Kaleb
G - como kaleb y yo somos los más buenos tendremos el mismo puesto, bueno ahora ustedes dos tendrán que hacer la última prueba, está consiste en cargar este costal y subirlo rápidamente hacia aquella carreta al sonido de el disparo ¿listos? -
K H - Sii -
Sonó un fuerte disparo y tomaron los costales y los subieron a la carreta lo más rápido posible pero el triunfador fue Heriberto
G - okey muchachos ahora estos serán sus puestos -
G - Mario tú vas a ser el que nos cuide desde un punto fijo en el pueblo, serás el que atacará a los oficiales si nos intentan emboscar también te encargarás de eliminar a los oficiales a caballo, Kaleb y yo asaltaremos las carretas y Heriberto tu serás el que detenga la caravana con una distraccíon ¿Entendido? -
H K M - si -
G - okey nos quedaremos está noche en el pueblo para investigar más sobre el atraco -
Montaron en sus  caballos y partieron hacia el poblado,
Al arribar al poblado todo era muy tranquilo y podían notar que el pueblo se dividia en 4 partes formando una cruze, justo en medio se conectaban los caminos y eso lo tomo Gerardo como punto estratégico para asaltar las carretas.
Mario iba sereno viendo algunos puntos estratégicos para posicionarse a la hora del atraco,
Kaleb iba fumando un puro, el no se veía tan preocupado pero los demás iban pensando que hacer al momento
Heriberto pensó en varias cosas para bloquear el camino.
Llegaron a un pequeño hotel
Al entrar se veía algo viejo el lugar pero era sereno
Se acercó un señor ya viejo y les cedió una habitación algo pequeña pero la aceptaron por qué el costo era muy bajo así que no hubo mucho problema
Al entrar al cuarto Gerardo se asomo por la ventana un largo tiempo
Kaleb se recostó el la gran cama
Heriberto se sentó en una silla

RustlersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora