Nieve en el camino

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El invierno había cubierto la montaña Cang Qiong haciéndola ver como un lugar fantástico, un lugar que para el joven Luo era el infierno en la tierra.

El invierno de Luo Binghe no era bella, era agotador. Shen Qingqiu y Ming Fan lo había convertido en su esclavo pero en estas fechas era peor, la leña parecía volverse cenizas con un aliento y los maltratos al joven iban aumento. Lo pateaban cual perro callejero, más de una vez le fue aventada agua o algún objeto, su rostro comenzaba a mostrarse demacrado, cosa que fue notada por Ning Yingying pero Luo se negó a dar queja.

Su mente estaba nublada por un aroma dulce que seguía a su maestro, a había intentado saber que era o de donde venía luego de dos meses siendo tentado por este, hasta que llegó a la curiosa conclusión de que el olor que despertaba sus sentidos provenía de su cruel maestro, impregnada en sus ropas y aparentemente en su piel. Su mente estaba envuelta en acertijos y dudas sin aparente respuesta, su maestro al verlo distraído tomo medidas.

Cuando sus discípulos estuvieron ocupados arrastro al muchacho dentro de la casa de bambú, el suelo fino y pulcro le dio una fría bienvenida.

-¿Me estas vacilando maldito bastardo?-

-Shi-Shizun, este discípulo jamás...

El sonido sordo de una bofetada se escucho claramente, Shen Qingqiu le había volteado la cara de una.

-¡Nadie se burla de mí! ¡Apréndetelo de puta memoria!-

El ceño del hombre estaba fruncido, sus facciones hermosas y suaves eran arruinadas por su expresión tosca.

-Es solo...que el hay un aroma...el aroma del maestro es muy dulce desde hace meses...

Una patada vino al estomago de Luo azotándolo contra uno de los muros, muchas más vinieron después de esa, Luo se quejaba, sabía que el gritar no lo salvaría así que su voluntad de hacerlo era algo inexistente. ¿Por qué lo golpeaba por decir la verdad?

-¡Tu maldito bastardo!

-Shi-Shigh...

La paliza finalizo cuando el Señor de la Cumbre Qing Jing se sintió saciado, ordeno que se le llevara a la leñera en completa discreción, y así fue.

La noche de Binghe consistió en curar sus heridas como pudiese, pero de alguna manera había recibido una respuesta. Muy en el fondo, el odio en los ojos de su maestro mostraba un miedo profundo.

¿Acaso había descubierto algo que el mayor temía?

La mente de Shen Qingqiu era atormentada por la idea le que aquel mocoso se hubiera dado cuenta de algo que podía destruir la vida entera de el Señor de la Cumbre Qing Jing, y cual villano de película comenzó a planear como mantenerlo callado.

Durante esa noche Luo Binghe regreso nuevamente a la leñera, ese maldito aroma calentó su ser de nuevo. Cual felino se acerco en silencio a la casa de bambú, el olor parecía intensificarse hasta el punto de embriagar al joven haciéndolo jadear algo agitado, el calor seguía aumentado en el cuerpo de Luo.

Ya estando en la parte trasera de la casa, su jadeo intentaba ser callado por sus manos, sentía como su entrepierna dolía de forma extraña y al mirar abajo ¡esta abultado!, ¿¡Qué diablos le pasaba a su cuerpo?!

Un sudor frío recorría su frente y espalda, y el aroma de su maestro lo hacía sentir un cosquilleo extraño, una sensación desconocida para él. En el interior de la cabaña, Shen Qingqiu estaba recostado sobre su suave cama, las blancas sabanas descansaban en suelo de forma desordenada, sentía que toda su piel ardía cual brasa caliente, un leve jadeo escapaba de su boca mientras su vista permanecía fija en el techo de la habitación.

˗ ˏˋ ⸙Aroma A Primavera y Sangre*ೃ  ˎˊ - PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora