Caminé por los pasillos del instituto, aún sintiendo las miradas de todas las personas a las que iba dejando atrás.
- ¿Vendrás esta noche a la fiesta? - preguntó mi mejor amiga apareciendo a mi lado por el pasillo.
- No creo, tengo que estudiar.
- Venga, porfa, que siempre estas estudiando, despéjate una noche, anda. - insistió ella.
Cruzamos el el pasillo de todas las taquillas, abrí la mía cuando estuve enfrente y cogí el libro de la siguiente clase.
- Necesito una media alta para entrar en psicología, ya lo sabes, además no me apetece estar en el mismo sitio que toda esta gente. - señalé a mi alrededor.
Mi mejor amiga chasqueó la lengua.
- Nadie de aquí está invitado, solo nosotras dos, venga por favor, un ratito solo, por favor. Necesito ir que va Ethan y no quiero ir sola. - habló otra vez.
Cerré la taquilla y la miré, suspirando.
- Un rato, a las 3 como muy tarde me voy.
Ella sonrió y me abrazó, dándome besos por toda la cara.
- Quita ya, pelota.
Se separó de mi y empezó a caminar hacia su siguiente clase. Esa noche había una fiesta en el único local del pueblo que era medianamente parecido a una discoteca. El hermano de Sof solía organizar esas fiestas antes de irse de Erasmus. Después de seis meses, organizaba su propia fiesta de bienvenida.
Normalmente siempre nos daba invitaciones. A Sofia por que era su hermana y a mi por que soy la mejor amiga de su hermana.
Entré en mi siguiente clase. Física. Me senté en mi sitio, esperando al profesor.
Sof:
Te quedas a comer en casa hoyyy???????
Sonreí cuando me llegó el mensaje y le contesté un rápido siiiii antes de avisar a mi padre.
Las dos horas que me quedaban de clase se me pasaron terriblemente lentas y recogí rápidamente cuando sonó el timbre. Esperé a Sofia en la puerta y empezamos a andar cuando la tuve al lado.
Oí un grito por parte de mi amiga cuando salimos del barullo de gente y me asusté cuando no la vi a mi lado. Aunque suspiré aliviada cuando miré al frente y la vi abrazando a su hermano, en la acera de enfrente. Todas las miradas estaban puestas en ellos. Ryan es una leyenda en este instituto. Como lo era Jack...
Sacudí la cabeza alejando esos pensamientos y me acerqué, sonreí cuando estuve lo suficientemente cerca para que me vieran. Ryan se suponía que volvía ese dia por la tarde, íbamos a ir a buscarle al aeropuerto. Él me sonrió cuando se separó de su hermana y le devolví la sonrisa.
- Me alegro de que estés de vuelta. - dije sinceramente y él me revolvió el pelo.
- ¿Te llevo a casa? - preguntó, dirigiéndose a la puerta del conductor.
- Come en casa. - anunció Sofía.
- Vamos, pues. - se adentró en el coche, con Sofía a su lado.
Entré en la parte trasera del coche, me senté en el asiento y bajé la ventanilla. Un par de chicos estaban señalándome mientras desviaban su mirada al móvil y soltaban alguna que otra carcajada.
- ¿Aún siguen con eso? - preguntó Ryan cuando se dio cuenta.
Yo asentí, subiendo la ventanilla.
- No se cansan. - murmuré.
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Antes de que te vayas.
JugendliteraturDos pérdidas. Dos polos opuestos. ¿Conseguirán vivir su historia de amor?