Five

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Los meses iban pasando un tanto lentos para el joven de cabellos turquesas. Se encontraba en su cuarto frente al escritorio escribiendo algunas notas que se le iban ocurriendo mientras escuchaba algo de música con sus auriculares.

— Girl, you know I want your love. Your love was handmade for somebody like me— cantaba en susurros con una sonrisa moviendo su cabeza al mismo ritmo—.  Come on now, follow my lead, I may be crazy, don't mind me...

Dejó de cantar en cuanto la canción se cortó para dar paso a una llamada entrante de parte de cierto pelimorado que le hizo sonreír más mientras un sonrojo se posaba en sus mejillas.

— ¡Oh, hola, conejito!— saludó risueño tomando el móvil para poder hablar más claro.

—N-No me llames "conejito", te lo he dicho muchas veces ya— se quejó la vocecita de Bonnie al otro lado del teléfono, haciendo reír dulcemente al moreno.

Llevaban casi tres meses de conocerse, todos los días iban juntos al instituto y el peliturquesa acompañaba al de piel pálida a su casa. El pelimorado admitía que disfrutaba gratamente de la compañía de aquel cariñoso alfa, quien estaba cumpliendo su promesa de cuidarlo. Cumplía con todos sus antojos, le llamaba por las noches preguntando por cómo se encontraba, tanto él como el bebé, le hacía compañía cuando sus amigos no podían ir a verle mientras descansaba, además de que a veces estudiaban juntos en casa del pelimorado. No podía creer que le iba a negar dejarle hacerse cargo de su embarazo, ahora no podía imaginarse seguir adelante él solo. 

Lo único que no le terminaba de gustar era el hecho de que también estaba tratando de "conquistarlo", ya que aún no le tenía demasiada confianza. A veces le incomodaba un poco lo muy cercano que era con él, aunque era cierto que respetaba su espacio y no lo presionaba para nada, pero no evitaba darle dulces besos, en las mejillas, y cariñosos abrazos cuando se despistaba, causando que se sonrojara involuntariamente y se pusiera de lo más nervioso. No quería sentir aquellos fuertes golpes en su pecho, ni sentir su rostro arder con tan solo recordar la hermosa y atractiva sonrisa del mayor, le daba pánico cada vez que el moreno le entregaba una mirada que desbordaba ternura y cariño, solo para él. Sentía no que debía aceptarlo, pero a la vez disfrutaba de sus gestos amorosos como si fuera lo más hermoso del mundo para el peliturquesa.

— Sabes que no voy a parar~— jugueteó con él un rato, escuchando sus ligeros y adorables quejidos—. En fin, ¿para qué llamabas? ¿Le pasó algo al bebé? ¿Necesitas que vaya?

— No, no, tranquilo, Bon, estoy bien...— el pequeño omega jugaba con un mechón de su cabello algo nervioso, acariciando su panza de ya casi seis meses con el móvil entre su hombro y su oreja—. Sólo... quería saber qué tal estabas...

— Oww, yo estoy bien, gracias— le parecía muy tierno ver que el pelimorado se preocupaba por él, sabía que poco a poco iba adentrándose en ese blandito y sensible corazón—. Sabes, estaba dándole los últimos retoques a mi canción, me gustaría que la escucharas y me dieras tu opinión, ¿qué me dices?— mantenía su feliz expresión esperando escuchar la respuesta de su amado.

— Te digo, lo primero, que te salió un pareado sin haberlo deseado— río ligeramente rodando los ojos y soltando un suspiro, escuchando igualmente la risita del contrario en su oreja, produciéndole un suave sonrojo—, y segundo, me encantaría ir a escucharte, pero mi madre me ha dicho que no me mueva de la cama, la pancita ya me pesa mucho...— miró hacia la ventana de su cuarto con una triste mirada, pues también le daba un poco de pena no poder ir a ver al peliturquesa viendo el tan buen día que hacía, era un día espléndido para salir a pasear.

Indirectamente conectados (BonxBonnie Omegaverse) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora