La verdad del poder

Yo No Sufro Por Nadie

Zac: te vas a arrepentir thomas

-nunca pensé que el le iba a hablar así a thomas, el ya no es nada del hombre que conocí, cuando escuche que amenazó a thomas tuve que intervenir-

Morgan: no te atrevas a molestarlo, ni siquiera a tocarlo por que como le hagas algo yo misma voy a venir y te vas a arrepentir

Zac: thomas, ve al auto quiero hablar algo con Morgan

-thomas me mira y yo asiento con la cabeza para que valla -

Morgan: ni siquiera digas lo que estas pensando

Zac: Morgan Perdoname, lo de Amanda fue un descuido, yo no pensé que llegarías

Morgan: eres un imbecil, osea que si yo no hubiera llegado... Tu?

Zac: Perdoname

Morgan: tu no eres el hombre que yo amaba, no eres ni parecido

Zac: muñeca soy yo, soy el mismo

Morgan: no el hombre que yo amo, nunca hubiera amenazado haci a thomas, el nunca me hubiera engañado, nunca me hubiera hecho nada de esto, no sé quien eres, pero te voy a decir algo,  recuerda que tu en algún momento no fuiste nada, nadie te tomaba en cuenta pero eras una persona única, honesta y cuando te ayude a cambiar pensé que solo cambiarías por fuera, pero me equivoque

Zac: quizás tienes razón no soy el mismo, pero mi corazón si y el siempre te va a amar, te lo voy a demostrar, solo dime que quieres que haga y yo lo haré

Morgan: lo único que quiero que hagas, es que me dejes en paz y porfavor no se te ocurra hacerle algo a thomas, el te veía como un ejemplo, pero después tu lo empezaste a molestar sabiendo lo que se sentía y el ya no te ve como antes, pero quizás no es tarde intenta arreglar las cosas con el, quizás el si te perdone

Zac: Morgan

Morgan: ya me voy Zac

-me subí al auto y thomi me coloco su mano en mi hombro-

Thomas: se que soy un niño, pero creeme puedes confiar en mi, yo siempre te apoyare

Morgan: creeme yo siempre e contado contigo, no me importa que seas un niño

-llegamos a casa y thomas esta jugando play con logan, yo le prepare de comer a los chicos y subí a mi cuarto a pensar.

estoy deprimida, ya me canse de llorar, me levante de mi cama y me arregle, yo no Sufro por ningún hombre, en dos días será mi cumpleaños, este año es mas especial que los demás y no voy a dejar que esto me lo arruine, les voy a contar por que es tan especial, cada que nace un vampiro les entregan una carta a los padres, en mi caso la tiene logan, mi mamá se la dio y cuando los vampiros cumplen 21 se las tienen que entregar, se supone que en ella hay algo para poder reconocer a tu alma gemela cuando la veas y si cada una de ellas está hechizada entonces ellas ya saben quien será el amor de tu vida, loco no?

Pero bueno, aveces se supone que uno puede llegar a sentir lo que siente el otro o lo que piensa, pero eso solo pasa si los dos realmente tendrán una conexión única, se imaginan que mi alma gemela sea Zac que golpe bajo que sería no?

Thomas: opa que linda, vas a salir?

Morgan: no me puedo arreglar solo para estar en mi casa?

Thomas: si, pero es raro si viene de una persona que en su casa no se saca el pijama, de hecho apostaría que si pudieras saldrías en pijama

Morgan: bueno si, amo mi pijama pero hoy me quise arreglar

Thomas: bueno solo vine a decirte que llegaron por mi

Morgan: bueno, vamos yo te acompañó

-baje pensando que estaría la Mamá de Thomas pero para mi sorpresa, era Zac, no le hable Thomas se despidió de mi cuando iba saliendo me miró y me guiño un ojo, no entendí por qué hasta que hablo-

Thomas: Morgan que te vaya bien en tu cita, dile a ese chico que si te hace algo se las va a ver conmigo, aunque no creo, se veía muy decente y se notaba que esta loco por ti

-hay niño, como le gusta ver el mundo arder, pero se nota que lo que más le gustó fue la cara que puso Zac y como no si se puso rojo de la furia y dirán como sabes que es por la furia, pues Zac siempre que se enoja apretá sus puños y inclina su cabeza y es exactamente como esta ahora.

Thomas se fue y Zac se quedó viendome-

Zac: con que te conseguiste a otro chico, que rápida fuiste para cambiarme

Morgan: no tu tienes el premio al más rápido, ve todavía no terminábamos y ya me habías cambiado