Todas mis mañanas consistían en lo mismo.
Limpiar la casa, lavar la ropa, preparar el desayuno, pasear el perro...
Las tareas por parte de mi madrastra y hermanas eran interminables, pero aunque el camino hacia mi felicidad era gris, eso no borraba mi arcoiris de sueños y lluvia de esperanzas por convertirme en la mejor bailarína del mundo.
Deseaba con toda el alma poder conocer el lugar donde mis padres se enamoraron, y obtener esa beca en Nueva York era sin duda mi único objetivo.
Mi aspiración más alta, era poder realizar el lago de los cisnes, dejarme envolver por el misterio y encanto de su historia, por la belleza detrás de su tragedia.
No obstante, mi técnicas de baile estaban algo oxidadas y el poco dinero que había ahorrado con mis dos empleos, apenas alcazaban para cubrir mis necesidades como estudiante de Sopa.
—¡Bastarda!
Los gritos de mi madrastra no pueden faltar , realmente disfruta llamarme así . Sin embargo, con el pasar de los años acostumbrarme a su «excesivo» tono de voz, fue mi única opción para no caer en la depresión. Me resultaba extraño como las personas a nuestro alrededor le adoraban y eran vilmente engañados ante su escalofriante Don.
Era manipuladora, ingeniosa e inhumana. La maldad en ella sobrepasaba los límites. No obstante, mis «hermanas» eran mucho peor.
—¡Lenticienta! ¡Date prisa!—La voz de Yuna, se escucha fuerte y autoritaria— ¡No pienso llegar tarde el primer día de clases, por tu incompetencia!
Mis manos se mueven freneticas y un poco torpes. Una vez más, el cuchillo juega en mi contra y lo que segundos antes fue un escenario «pacifico» rápidamente se convierte en un circo.
YeJi, por su parte sonríe extasiada ante mi ridícula torpeza. Nuevamente soy víctima de su cámara y sus millones de seguidores.
—¡Torpecienta. Mis mañanas serían aburridas sin ti!—Se burla YeJi.
Estoy tan concentrada en hacer que mi dedo deje de sangrar, que no noto la aterradora figura a mi lado. Me inquieta como su sonrisa crece, como se vuelve superior y maliciosa, como la taza de té en sus manos «accidentalmente» cae al suelo haciéndose añicos.
—¡Limpia éso!— Ordena.
Mis rodillas reciben el fuerte impacto, mientras que mi uniforme se arruga ante su brusco agarre. La habitación queda en completo silencio, y me repito a mi misma no derramar una lágrima ante su presencia, ante sus acciones.
Pero, mi fortaleza desaparece. Mis ojos pican, arden y mi pecho exige desahogarse. ¡Carajos! Los sollozos son irremediablemente incontrolables, sus risas se clavan en lo más profundo de mi ser y llorar es la única opción.
—Y Por primera vez en tu miserable existencia, ¡házlo bien!
No sé cuánto tiempo permanezco en el suelo, ni cuan rojo está mi rostro, no supe en que momento quedé a solas, ni cuántas lágrimas derramé. Todo eso era insignificante, ya que mi vida es una completa pesadilla.
La pala, el cepillo y el trapeador se han convertido en mis mejores aliados, ante la crueldad de mi «familia». Era triste la similitud entre los pedazos de cristal hechos añicos en el suelo, y mis enormes ganas de vivir.
Estaba harta, cansada, exhausta...
—¡Mierda!—Exclamo en voz alta al ver la hora.
¡Definitivamente, hoy no es mi día de suerte, nunca lo era, Pero tenia un sueño por cumplir y perseguir, en estos momentos correr es la única jodida opción!
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Los Fideos De Cenicienta 🍜 - Jeon JungKook
Teen Fiction«Él era un demonio. Y fingir ser un príncipe es su especialidad ».