Por consiguiente, en el ala 5, un muy enojado supervisor caminaba molesto por los pasillos pasando de vez en cuando por las jaulas de sus reclusos sin prestarles atención. ¿Acaso el no merecía una misión digna?
Su rabia aumentaba cada vez que lo pensaba y sin medir su furia invocó su arma y dándose la vuelta ataco sin miramiento contra la joven que iba a nombrarle. En un segundo el supervisor detuvo el ataque casi a centímetros de impactar en aquella joven de tan hermoso rostro.
???:—aterrado trago grueso y tartamudeo —hola...Samon-kun...s..soy Hitoshi...he...sido enviado aquí...yo...yo...
El joven simio bajo el arma mirandola anonadado sin escuchar sus palabras, su cabello se movía solo dejando que su olor se proyectará hacia Samon causando que este se sonrojara, además de eso había algo a favor, ella era más baja que Samon y eso a él le subía la autoestima.
Samon: Disculpa mis modales, estaba enojado. Debería darte una visita por todas las instalaciones pero ya se que fuiste transferido aquí por lo tanto ya has visto parte de las instalaciones, no creo que sea necesario ver más.
Hitoshi:entiendo Samon-kun —aquella dulce voz causaba aún más sonrojo en el joven simio
Samon: aún así...estare contigo hasta que aprendas el camino pero por hoy...solo iremos a un lugar
El supervisor del ala 5 vio como asentía enérgicamente, y se dignó a admirar su traje, consistía en un traje amplio negro de supervisor adjunto, ¿realmente habia estado esa chica allí sin el percatarse?.
Samon se dio el lujo de sujetar la mano de su futura ayudante y comenzaron a caminar hasta llegar al hermoso jardín del ala 5. Se respiraba tanta paz, que Samon solo cerró los ojos por unos segundos y al abrirlos vio como aquella joven, vuelta loca con la decoración y los detalles paseaba por toda la zona emocionada .
Samon: gracias alcaidesa, me a dado la mejor misión de todas....
Hitoshi guardaba más de un secreto, pero más allá de eso, su terrible realidad era algo que ya le había causado más de un problema. ¿Pasaria algo si Samon se enteraba? El no dejaba de mirarla, quizás un día se diera cuenta que no todo lo que es oro reluce...y no todo lo que se ve es una realidad...
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Todo pasa en Nanba
RomanceUn soplo de aire fresco cruzara por esta singular pricion volviendola patas arriba. No te dejes engañar por su hermosura, ni por su agudeza, tampoco por su frialdad y mucho menos por sus mangas. Recuerdalo, no te dejes engañar porque lo lamentaras.