Jeon Jungkook era sin duda un hombre con suerte. O al menos eso creían las personas que lo rodeaban. Él creía que la suerte no existía, solo trabajo incesante para ver los frutos de este.
Con 28 años él ya trabajaba en lo que había estudiado, era un oficial de policía de esos que recibían medallas cada dos por tres por siempre estar en el lugar indicado. Sus jefes lo amaban, sus compañeros no tanto, Jeon era un tipo bastante solitario o de difícil trato según sus pares.
Y eso era cierto, Jungkook prefería estar solo la mayor parte del tiempo, no tenía amigos y tampoco los necesitaba, estaba bien sin que lo invitaran a tomar un trago luego de un largo turno en la comisaría.
No le gustaba y estaba bien con eso.
Pero la suerte que todo el mundo profesaba se vio interrumpida por la llegada de un lote de nuevos compañeros de trabajo que venían destinados de diferentes ciudades, eso había pasado meses atrás y él no podía acostumbrarse a aquello aún.
Entre ellos había uno que tenía a Jungkook con ganas de golpearse contra la pared. Su compañero era de los tipos felices en todo momento, gentil y amable con el mundo entero.
Era un verdadero dolor de cabeza ver su extensa sonrisa todo el tiempo.
-Jeon, hoy harás la ronda con Kim.
Oh no.
Jungkook miró de soslayo a su tan sonriente nuevo compañero de patrullaje y quería darse con una piedra al verlo tan feliz.
-No es eso genial Jungkookie. -Dijo el rubio sonriente.
Jeon evitó rodar los ojos y solo hizo un leve movimiento con su cabeza para hacerle saber que lo había escuchado. Bien, Jungkook era un tanto pesado con sus compañeros pero jamás grosero.
El jefe terminó de asignar los turnos y se encerró en su oficina.
Jungkook caminó hasta su escritorio y que estaba justamente estaba al lado del de su compañero de patrullaje de ese día. Se sentó en su silla y cerró todas las carpetas en su computadora, luego acomodó todas las hojas una sobre otra haciendo una pequeña torre.
-Se van a caer Jungkookie.
Jungkook bufó -No lo creo Kim, siempre las dejo así y no se caen.
Su compañero sonrió amplio como siempre y Jungkook quiso tomar su pistola de servicio y darse un tiro.
¿Tenía que estar siempre de buen humor?
-Bueno, yo solo decía Jungkookie.
-Agh, deja de decirme así Kim.
El mas alto rió y negó con su cabeza, luego se acercó hasta él y se agachó lo suficiente para que solo Jungkook pudiera escucharlo.
-No lo creo, me gusta -murmuró -es mucho más personal que decirte Jeon ¿No crees?
Jungkook tragó y se quedó como piedra mirando hacia su computadora. Podía sentir la fragancia masculina del mayor y él no quería aceptar que desde que se había acercado la primera vez a su compañero ese olor lo había atontado un poco.
-Saldremos en breve Kim -Jungkook se levantó haciendo que su colega también lo hiciera.
-Estoy listo para todo -guiñó su ojo y luego se fue por completo del lugar.
Jungkook negó con su cabeza y caminó tras su compañero sin quitarle los ojos a esa ancha espalda que combinaba muy bien con el uniforme negro y apretado que usaban.
Bueno, a algunos les quedaba mejor que a otros por supuesto y Jungkook estaba muy al tanto de lo bien que se veía su compañero.
Aclaró su garganta ante sus errantes pensamientos y cuando salió al estacionamiento de la comisaría se encaminó hasta el vehículo asignado para ese día.
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One Shots <<BTS>>
FanfictionLibro de historias cortas en donde me voy a dar todas las libertades que me he estado negando en estos 2 años en Wattpad xD. -Parejas variadas. -Lenguaje explícito. -No todo será smut. Bienvenidxs a este nuevo rincón ✨