-¡Enseñame a ser como tú! Enseñame a defenderme sin que nadie me vea con lástima. Por favor, ayúdame, lo necesito, te necesito. -dijo entre sollozos el tal Park con sus ojos cristalinos.
-Lo pensaré -sin más me di media vuelta y me fui dejándolo a m...
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Caminando junto a Park me acabo de enterar que vive en la misma calle que la mía. Ya es tarde casi la 12 de la noche así que decidimos terminar la “clase" de una vez ya que corre riesgo estando solo nosotros dos en las calles.
—Entonces es por eso que Kim Hwi te molesta. —asiente— Que infantil, solo porque a ti te llevó al baño primero tu maestra de kinder y a él después. ¡JA! —me di una buena carcajada, que ridiculez. Veo el rostro de Park y tengo la sensación que tiene algo que decir pero no lo hace.— Suéltalo Park.
—Bueno... Quería preguntarte. ¿Porque Kim Hwi te tiene miedo? — paro mi caminar. No puedo responder a esa simple pregunta,— No, olvida lo que te acabo de preguntar. —siguió su andar pero yo me quedé ahí.— ¿Estás bien? Lamento si te incomode, creo que no estamos en suficiente confianza. —siguió hablando pero no lo logro escuchar, no le presto atención, mierda ¿De verdad ahora me doy cuenta de lo que estoy haciendo? Mi realidad golpeó cómo un balde de agua fría.
¿Porque le dije que nos hicieramos amigos?
¿Estuvo mal de mi parte?
¿Y si quiere saber más de mí?
¿Se lo permito?
Tantas dudas en mi cabeza.
—Perdón. Solo, tengo muchas cosas en mi cabeza. —fui hacia él para seguir caminando pero ya había llegado al edificio donde vivo.— Acá es mi parada. –me detengo.
—Esta bien. Hasta luego. —se despide pero antes le detengo.
—Park. —se detiene — Miércoles y Viernes a la siete en el mismo lugar que hoy ¿está bien? —asiente y se va. Creo que esto es más complicado de lo que parece. Es un grave error.— Park... Hay tantas cosas sobre mi que no puedes saber y es por tu propio bien.— digo mientras veo que se aleja, total, ya no puede escucharme.
Decido entrar a mi apartamento para poder descansar. Mañana va a ser un largo día de trabajo. ...
El sonido de mi alarma me despierta, después de dos intentos por dormir más decidí que era mejor levantarse. Salí de mi departamento ya vestida para ver a un cliente. Llegué al lugar donde trabajo la cual era un edificio pequeño, un poco viejo por fuera pero remodelado por dentro, yo solo soy una empleada aquí, me digo todos los malditos días en este lugar tratando de convencerme internamente.
—Buenos días. —saludo a mis compañeros y me devuelven el saludo. Pareciera una oficina normal donde los empleados trabajan en sus respectivos cubículos, pero esto es más oscuro que lo que aparenta.
—SH16—escucho mi apodo mientras acomodo mis pertenencias. Levanto la cabeza y allá esta la secretaria de mi jefe que me hace señas recordandome que ya tengo que ir. Asiento y me preparo para seguirla a la habitación asignada donde habrá que negociar.
Les explico, este es el lugar más importante de toda Corea, con decir que si juntamos el poder del gobierno y el de todas las familias multimillonarias que existen en todo el país esto lo supera aunque no de la manera más limpia.
Mi trabajo aquí es negociar con los clientes que requieren de nuestros servicios, lo que incluye cosas como prostitución, violencia, drogas, armas, desaparecer a alguien de la faz de la tierra o simplemente venganza. Así es, de esto se trata, aquí es donde vienen las personas de muy buena economía a pagar servicios que necesitan como si fueran a pedir comida a domicilio, lamentablemente no sólo es una simple comida. Nuestro equipo en este edificio sólo cuenta con 300 personas físicas y otras muchas más desde lo oscuro de las calles, sin contar que existen 6 'oficinas' , más una que está en la capital de Corea ósea Seúl, yo estoy en Busan. Acá nadie se lleva con nadie, todos están en su propio mundo y no puedes hacer amigos por que tanto tú como ellos correrían peligro, jamás sabremos nuestros nombres y justo por eso tenemos apodos designados, si te los topas en las calles harán como si no te conocen y tú harás lo mismo.
¿Cómo llegué aquí? Fue más la necesidad que por gusto. Mi familia y yo pasamos por una crisis muy fuerte en cuanto la economía, mi hermano se había ido a estudiar al extranjero y estaba en su último año en la universidad y yo apenas iba a comenzar la preparatoria, a mis papás los corrierron de sus empleos por recorte de personal y con los pocos ahorros solo nos alcanzaba la renta, era muy probable que mi hermano no acabará la universidad al igual que yo la preparatoria (de hecho ni poder empezarla). Trataba de ayudar pero era muy difícil que me contrataran porque, uno, era menor de edad, y dos, no había un trabajo de medio tiempo que pagará tan bien. Con lo poco que nos había mandado mi hermano para que al menos uno pueda ir al extranjero con él yo me resigné profundamente a irme, así que mi papá se fue dejándonos para tratar de conseguir más dinero allá, claro siempre contactándose con nosotras. Por otro lado, mi mamá tuvo que recurrir a otras opciones, tenía que ver cómo mamá vendía su cuerpo para mantenerse a ella y por supuesto a mí, en esas épocas fue cuando conoció a alguien que trabajaba aquí, un señor ya bastante anciano que se retiraría y me ofreció trabajar en su lugar, acepté con tal de no ver a mamá ni a mi familia en esas circunstancias.
Hoy me toca una cliente que es nada menos que la actualmente famosa actriz Lee Do Ming. Me senté en uno de los sillones a esperarla, este edificio tiene la más alta seguridad tanto con tecnología como con personal, por poner un ejemplo serían los guardias de seguridad, todo aquel que entra no sale limpio, en la habitación hay múltiples cámaras de vigilancia ¿En dónde? No tengo idea, solo sé que las hay, esto es para prevenir algún tipo de chantaje o mantener controlada la situación.
—¿Es aquí? —escuché una voz femenina y decido levantarme. La saludo con una reverencia.
—Bienvenida Señorita Lee. —asiente regresando el saludo para proseguir a sentarse a lo que yo la sigo. — Las siguientes preguntas son necesarias para seguir el protocolo de la empresa. —asiente sin mirarme al rostro.
Continuo— ¿Cuál es su motivo por el que se encuentra aquí? — leo la pregunta de la hoja que tengo que llenar, aun que ya me las sé de memoria, algunas veces las llegan a cambiar.
—Venganza —contesta con cierta rabia en su tono de voz y escribo sus palabras.
—Bien. Tiene que firmar aquí por motivos de su seguridad y la mía, básicamente tiene varias reglas y condiciones que tiene que cumplir así nosotros podemos hacer bien nuestro trabajo. Puede leerlo con calma. —asiente al contrato que le brinde para empezar a leer, termina firmado. — Gracias por su colaboración. Ahora empezará el proceso... . . . . . . ————-————----------——-------
¡Hola! En este capítulo conocieron un poco más de la misteriosa Seung Hee, aunque no se reveló todo *guiño, guiño*
