Uncertain trip, endless thoughts.

Berlín.

Berlín.

No es una referencia de La Casa de Papel.

Simplemente la capital de Alemania.

Hermosa, extravagante, elegante, artística, creativa. Puede parecer cualquier otra ciudad pero es la mejor ciudad que existe cuando la conoces bien.

No he viajado jamás a Berlín, es imposible extrañar esa ciudad, pero conozco quién me hizo sentir en Berlín durante años, y a esa persona es a quien extraño.

Llegué a conocer a alguien que me hacía sentir en Berlín así estuviéramos sentados en el único centro comercial aceptable de la ciudad donde vivo, que con su voz me transportaba a dimensiones de las que nunca quise salir y que me daba tanto amor que en algún momento me sentí abrumado e indigno, jamás había recibido tanto, y a veces no lo comprendía.

Ese alguien me amó día y noche, me cantaba, me cuidaba, me daba tanto cariño que llegue a llorar en múltiples ocasiones de la felicidad, porque era sobrenatural sentirme tan amado, pero lo era aún más el sentir yo tanto amor dentro de mi corazón. Había encontrado a quién sentí el amor en mi vida.

Por no decir que hoy se siente así, y lejos, muchísimo más.

Esa chica me dio tantos momentos felices, me llevó tantas veces al cielo ida y vuelta con un beso, que me siento totalmente agradecido con ella. El amor es maravilloso en su máximo apogeo, te llegas a sentir indestructible.

Hay cosas que se sienten que nunca deben acabar, pero acaban, inesperadamente. Ha sido difícil desde entonces, y no me da vergüenza decir que la extraño, a pesar de que quedamos de amigos. Obviamente jamás ha sido igual.

Hoy en día estoy consciente de que no estará conmigo de nuevo, de que no nos vamos a casar, y de que no habrá una familia. Muy probablemente ella tengo la suya, muy probablemente en algun momento se case. Yo no puedo decir que no me pasará, pero no he dejado de quererla de la misma manera desde nuestro primer beso, el sentimiento jamás se redujo, jamás se adaptó al 100% a una amistad y es un hecho que me causa intriga. Ella no se siente igual que yo, pero es de entenderse. Estaba muy enamorada, yo era lo mejor del mundo, yo era único, inigualable, irreemplazable. Ya no lo está, quizá, un poco, pero no lo suficiente como para que me extrañe de esa manera, y eso está bien. Ella se adaptó, y verdaderamente la felicito.

A veces siento que no creo en el amor, pero sería una tontería de mi parte. Toqué el cielo con ella, toqué una nueva manera de concebir la vida, toqué la gloria.

Extraño ese cielo.

La extraño a ella.

¿Por qué no pude dar todo de mí cuando aún podía? ¿Por qué no la amaste con todo el amor que sentías cuando podías, Adrián?

Espero estas preguntas algún dia desaparezcan de mi mente, o que todo sea una pesadilla, y pueda despertarme con un lindo mensaje de buenos días, ser recibido con un apasionado y largo beso, un abrazo que me reconforte el alma, y miles de cosas de las que reír. Vaya, conocí al amor de mi vida, lo tuve, y lo perdí.

No me digan que no puedo extrañar esto, ni mucho menos que no la quiero superar. De corazón espero que nadie llegue a perder a quien se va a amar toda la vida, porque no quiero que alguien me llegue a entender en este punto de mi existencia.

Valoren.

Disfruten.

Amen con todo.

El amor existe, y dura toda la vida, a pesar de cualquier circunstancia.

Simplemente hay que amar.

Y confiar.

Adjunto Gravity de Coldplay, que es lo mismo que adjuntarla a ella.

Can you hear my heart beating? Can you hear that sound? Cause I can't help thinking and I won't stop now.

No he vuelto a escuchar esta canción en un año, y probablemente no sé si algún día pueda terminarla de escuchar sin la necesidad de regresar el tiempo.

¿Es mucho pedir que todo haya sido un mal sueño?