De Sam y Alex (y Ruby)

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Después de lo que había pasado con Maggie, todo el asunto de la boda, el no querer tener hijos y la cancelación del compromiso, Alex no había estado bien. Con ella había aceptado quién era realmente, Maggie le había hecho ver esa parte de ella que ignoraba por completo. Había estado tan distante y deprimida por el suceso que Kara había visto necesario viajar a Midvale, a casa de su madre, eso había ayudado a Alex a recuperarse. Sin embargo, el apoyo que Sam y Ruby le habían brindado había sido lo que realmente le había llegado al corazón. Poco a poco, volvió a sentirse ella misma y superó el dolor que el terminar con Maggie había causado.

En poco tiempo las tres se habían vuelto inseparables y el tenerlas en su vida se había convertido en su nuevo día a día

Las cosas habían sido difíciles cuando madre e hija habían tenido que mudarse a Metrópolis, pero, aun así, se habían mantenido en contacto. Sam y Ruby le visitaban una vez al mes, cuando Sam se reunía con Lena para hablar sobre lo que pasaba en las oficinas de Metrópolis. Hoy era uno de esos días y tenían planes para la noche, Kara había organizado una noche de chicas. Lena y Nia también estaban en el plan. Ruby, sin embargo, había decidido ir a visitar a sus amigas. Alex le había pasado a dejar antes de pasar a por Sam.

Mientras esperaba recargada en su camioneta, se sentía nerviosa. Sam y ella eran amigas, buenas amigas y no era cómo sí no hubiesen quedado antes para ir a por comida o salir a algún otro lado. Era tan normal para ellas como para Kara el salir a almorzar con Lena. No podía negar que estar con ella le hacía sentir especial y que decir cuando Ruby estaba presente. La niña, casi adolescente, sacaba su lado maternal a relucir y eso le hacía sentir bien. Ruby era como su propia hija, esa que tanto deseaba tener. Apenas vio a Sam salir del edifico de L-corp su corazón comenzó a latir rápidamente.

— Hola — dijo la mujer frente a ella con una sonrisa que Alex correspondió —. Espero no hayas esperado mucho.

— Para nada — Alex abrió la del copiloto para su amiga antes de caminar hacia el lado del conductor.

— ¿Cómo se portó? — susurró Sam, mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

— Le ayudé con la tarea, comimos, vimos algunas películas. Ya sabes — dijo comenzando a conducir —, lo normal. Pasé a dejarle con Tess antes de venir.

— Gracias por cuidarla, Alex — Sam tocó su rodilla. Alex sonrió.

El resto del viaje lo habían hecho en un cómodo silencio.

...

La noche en el departamento de Kara había estado bien. Risas, anécdotas, recuerdos, bromas y uno que otro chisme habían ocupado gran parte de la velada. Las bebidas y comida no habían faltado, no con Kara presente. Nia, Sam, Lena y Alex habían terminado de comer y habían seguido solo con las cervezas y el vino, Kara por su parte, tomaba una rebanada de pizza o potsticker cada tanto mientras disfrutaba de su bebida.

En medio de un juego de verdad o reto -sugerencia de Sam, algo que había escuchado que hacían Ruby y sus amigas- Nia había contado como había sido su primera vez, Lena había bebido una cerveza de un solo trago, Kara había comido las verduras que estaba apartando en su plato. Todas habían reído con los gestos que había hecho. Alex había bebido una copa de vino casi llena, Sam había comido el resto de potstickers ante la triste mirada de Kara. Lena le había prometido llevarle a almorzar al día siguiente y comprarle cuantos potstickers quisiera. Casi al final del juego, Kara había contado como había sido su primer beso, cosa sorpresiva para Alex y Nia, Lena había estado seria.

Alex estaba segura que el alcohol había comenzado a afectarle, porque por un segundo pensó que la CEO había desviado la vista para luego sonrojarse cuando su hermana terminó de contar su historia.

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⏰ Última actualización: May 23, 2020 ⏰

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