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Cuando se dio cuenta de lo que la castaña había dicho, Kaminari no solo recordó la confesión de Jiro, sino también que Uraraka era sólo una parte del "plan" para vengarse de esos salvajes.

-Eh, nose que decir la verdad - respondió el rubio

-No digas que me amas si no lo sientes aun, solo espero que con el tiempo lo hagas - dijo la castaña abrazando el torso desnudo del rubio

-Yo i-igual - titubeó

~

Jiro se la paso todo el fin de semana llorando. Que ironía que ella misma haya ayudado a que la persona a quien ella quería estuviese con otra.

Se maldijo una y otra vez por estar en esa situación y darse cuenta que había hecho a Kaminari su mundo ya que sin él, ni siquiera tenía una escusa para salir.

~

Al llegar el lunes sabía que en clases tenía que ver a su peor pesadilla, porque muy aparte que tenía que ver a Kaminari con Uraraka, también tenía que soportar la vergüenza de haberse declarado.

Entró al salón y como ya había cambiado de sitio con Uraraka, pensó que al menos podría ocultarse ahí.

Todo iba bien, ninguno de los 2 aparecía y tal parece que ambos llegarían tarde.

Eso la alegraba pero también la hacia sentirse mal.

Cuando ambos llegaron, no pensó 2 veces en ocultarse en su sitio, quizá fingir que estaba mal o tal vez sólo decir que tenía sueño.

Las escusas perfectas para evitar el contacto con ambos.

-Jiro-san, ¿te sientes bien? - preguntó la castaña

Ni siquiera merecerlo, Jiro ya la odiaba.

-Oh buenos días Uraraka, tengo algo de sueño, no pude dormir bien anoche - no mintió del todo, ya que parte de su noche fue llorar por el rubio

-Oh ya veo, tal vez ¿pensando en algún chico? - preguntó la castaña algo coqueta

Si, definitivamente la odiaba.

-No, para nada. Solo que estuve haciendo algunas cosas y beber mucho café me quito el sueño - mintió

-Oh ya veo, pues quizá puedas pedir permiso para que te regreses a tu casa - sugirió la castaña

-Quizá sea una buena idea, pero no me gustaría tener que ponerme al día con las materias luego - explicó la teñida

-Bueno, ya esta por venir el profesor, hablamos luego ¿si? Debo contarte algo - dijo la castaña casi en un susurro

-Claro porque no - dijo haciendo una pequeña sonrisa

~

Al llegar al receso, Jiro fue la primera en salir, no quería ni siquiera cruzar miradas con Kaminari. Así que solo agarró su bento y salió a la cafetería.

Al dar su primer bocado, fue interrumpida por cierta castaña que ella odiaba.

-Jiro-san, tengo muchas cosas que contarte - dijo tomando asiento y sacando su bento

-Oh Uraraka, ¿que pasa? - preguntó Jiro bien inocente

-Pues, no se si contarte, me da mucha pena - dijo la teñida agarrando sus mejillas acaloradas

-...

-Está bien, no pongas esa cara... Kaminari me hizo el amor - dijo la teñida en casi un susurro

Si alguna vez Jiro dijera cual fue el peor día de su vida, sin lugar a dudas fue ese.

Al escuchar aquella palabras, Jiro sintió como si la hubiesen golpeado en todo el estomago, tenía ganas de arrojar, llorar, gritar y golpear a ambos.

-Oh ya veo - dijo la teñida con todas las ganas del mundo de salir huyendo

-Si y la verdad estuvo increíble, a pesar de ser su primera vez, lo hizo como si fuera un profesional... - decía sin parar la castaña.

Sin saber que Jiro por cada palabra que escuchaba sentía como cortaban sus tímpanos y se le rompía el corazón.

Cuando la castaña terminó de contar todo lo sucedido con el rubio, vio como Jiro se levantó y solo sonrió.

-Espero que sean felices - dijo saliendo del lugar

Y la teñida corrió y corrió sin rumbo fijo. Debía ocultar su dolor, sabía que en algún momento iba a comenzar a llorar, así que tenía que encontrar el lugar adecuado, para que nadie pueda verla o escucharla.

Llegó a un árbol afuera de la escuela, y al primer instante cuando se sentó, sintió como las lágrimas salían sin su autorización.

Recordó cada palabra que Uraraka había dicho y sintió como su corazón gritaba por piedad.

Al pasar todo el receso bajo aquel árbol, se dio cuenta que si seguía ahí faltaría a clases, cosa que no quería, así que solo se levantó con toda la fortaleza del mundo y caminó hacia su salón.

Al casi entrar vio salir a aquel rubio que toda la mañana estuvo evitando.

-Oye Jiro - dijo el rubio sujetandola del brazo

Y Jiro lo vio a los ojos, esos ojos dorados que la habían hecho sentirse perdida. Sabía que no debía decir nada, que todo eso prácticamente su culpa, pero el resentimiento le ganó.

-Eres una mierda.... - dijo con la voz quebrada.





Nos leemos en la próxima.

Stay With Me ~KamiJiro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora