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O1: Introducción.

— Tienes visita, Jeon.

Jungkook ignoró al hombre y siguió observando por la ventana. No había luz, ni un rayo.

Quería que desapareciera, a ella le gustaba la noche y así podría ir con él.

— Jeon, por favor.

El de cabello azabache se levantó, sonriendo como siempe y caminó hacia la puerta. Lo miró a los ojos entre las pequeñas ventanas que estaban ahí y rió ronco

— ¿Me dejará salir sin de una camisa de fuerza?

— No soy estúpido.— rugió.— No te pases de listo con nosotros, Jeon. Por algo estas aquí y no por tu inteligencia.

Jungkook esbozó una sonrisa sarcástica.

(...)

Taehyung, su medio hermano, l había delatado con la policía.

Seguía sin entender porque iba a visitarlo de todos modos. Todos se dieron por vencidos para recapacitarlo.

— Y... ¿Cómo estás?— empezó Taehyung, nervioso y torpe.

Jungkook lo observó detenidamente; las manos de Taehyung sudaban y no paraba de mover arriba hacia abajo su pierna.

— Los doctores dicen que estas respondiendo bien al tratamiento, ¿te drogan seguido?— bromeó.

Seguía con las misma y estúpidas bromas de siempre en momentos menos convenientes, un imbécil de primera.

— Entiendo que me odies, pero todo lo que hiciste tiene un precio.— habló Taehyung frunciendo el ceño, Jungkook alzó una ceja y una mueca burlona se apoderó de su rostro.— Éstas aquí por culpa de ella y nadie más. La policía esta buscándola.

Jeon lo miró fijo, casi en pestañear.

¿Por culpa de ella? Que gran chiste.

— Yo cometí esos delitos.— contesto Jungkook, con la voz grave.— No deberían de buscarla.

— Ella te manipuló, Jeon. Si fuera inocente no hubiera escapado.

— Mientes.— exclamó.— Prometió que no se iría.

— Lisa es la mala aquí, Jungkook. Yo solo te salvé.

Quería golpearlo hasta dejarlo dormido para siempre.

Mordio su labio inferior y trato de safarce de la camisa de fuerza, fallando. Sus labios empezaron a doler de lo fuerte que los mordía y no paraba de moverse.

— Quiero volver a mi habitación.— murmuró.

— Jungkook, por favor.— suplicó.

— ¡No quiero escucharte!— gritó, llamando la atención de los que estaban ahí.— ¡Me alejaste de ella y te haré pagar!

Los enfermeros llegaron a tiempo y agradecieron que tuviera puesta una camisa de fuerza.

Jungkook estaba enloquecido.

— ¡Al salir de aquí, Kim Taehyung, iré por ti! ¡No eres mi hermano!