16. Come cover me (with you)

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Pasé todo el sábado y el domingo sin ver ni hablarle a Sebastián. Sin establecer ningún contacto, ni siquiera por Whatsapp. Ni por Facebook, ni por Instagram. Él les daba like a mis publicaciones y a mis fotos, reaccionaba a mis historias. Yo no respondía. Pero sabía que en algún momento tendría que hacerlo y no sabía qué excusa darle. ¿"Te amo"?

El lunes por la mañana (feriado), Sebas subió un video a su Facebook. Era un cover de Ever Dream, de Nightwish. Para vos <3, decía la publicación.

No pude resistirme. Cerré la puerta de mi habitación, me tiré en la cama con el celular entre las manos y le di play.

Ahí estaba él. Estaba en el rincón de su habitación que utilizaba para cantar, donde estaban su teclado y su micrófono. De fondo había un póster de Tarja. Tenía puesta la remera que le habíamos comprado con las chicas en la feria medieval. No dijo nada cuando comenzó la música. Se puso los auriculares y empezó a cantar.

Ever felt away with me

Just once that all I need

Entwined in finding you one day

Me mordí el labio. Su voz me fascinaba, todo en él me fascinaba. Sus ojos verdes fijos en algún lugar detrás de la cámara, su cabeza moviéndose apenas al compás de la música, y la punta de su lengua, que se asomó para lamerle los labios.

Would you do it with me?

Heal the scars and change the stars

Alargó la mano hacia la cámara, se tocó el pecho y alzó la mano hacia arriba, como intentando tocar aquellas estrellas imaginarias.

Would you do it for me

Turn loose the heaven within

Cerró los ojos y luego los abrió... y sentí que me acribillaba con ese verde fantástico. ¿La cámara estaba fija? ¿Quién filmaba? ¿Lenny?

Come out, come out wherever you are

So lost in your sea

Give in, give in for my touch

For my taste for my lust

Sonrió, bajó la mirada. Le avergonzaba admitir esa lujuria.

Me quedé allí en la cama, con el celular pegado a la cara. No podía dejar de mirarle la boca, los labios y la forma en que se movían, sus dientes blancos y perfectos su cuello tensándose cada vez que atacaba los agudos.

Evidentemente, le cantaba a alguien. Sus sentimientos estaban allí, al filo de su piel, escapándose de su voz. No había que ser muy inteligente para darse cuenta. Solo había que estar enamorado. Con una punzada de anhelo, me pregunté a quién le cantaba. Porque esa canción era una de mis favoritas. Tal vez le cantara a Juan Cruz, tal vez le estaba preguntando si alguna vez lo había querido.

Cuando terminó, hice algo que jamás había hecho. Le di un beso a la pantalla del celular. Lo dudé por un instante, pero finalmente lo hice: le puse me encanta al video. A Chris Ponce le gusta. A Jack Flamel le sorprende. A Jonathan Duarte le encanta y quiere que el cantante salga de la pantalla para comerle la boca.

Al instante sonó mi celular.

Johnny, ¿estás bien? Contestame...

Hola Sebas

Cómo estás? Por fin me hablas :(

Te extrañaba mucho ♥

Por primera, vez me fijé en esos corazones que me mandaba. Nunca había intentado darles uno significado particular; él siempre los usaba cuando hablaba con todos. Siempre habían sido un adorno para mí. Sin embargo, cuando yo le mandaba corazones no lo hacía con esa intención. Los míos eran una declaración que no me animaba pronunciar.

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