21. Adrenalina

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Hoseok cae al suelo con la mano ensangrentada soltando el arma.

Doy media vuelta y veo a Namjoon con refuerzos tras el, sintiendo el alivio más grande de mi vida.

—¡Suban las manos!—. Grita y Taehyung solo obedece.

Varios oficiales los toman para arrestarlos.
Levantan a Hoseok del suelo con el el roce de la bala pumzandole de dolor.

—¡JiMin!—. Estaba en el suelo cubriéndose del miedo mientras lloraba. —Mírame, mírame—. Lo tranquilizo. —Ya se acabó. Tranquilo, tranquilo—. Lo aferro a mi.

Namjoon se acerca ayudandonos a levantarnos.

—¿No te dije que no entraras?—.

—¡No pueden arrestarnos!—. Gritó Taehyung resistiendose al agarre de los oficiales.

—Claro que podemos—, respondió Namjoon acercándose a el, —para empezar, posesión de armas, estaban amenazando a estos dos jóvenes y no sé en qué más estén metidos pero lo vamos a investigar a fondo—. Lo meten a la patrulla.

—Nam—, le llamo (aún con JiMin aferrado a mi) —su líder se llama Jeon Jungkook. Ellos dirijen la venta de drogas en varios planteles de esta universidad. Esta adentro—.

Lo que siguió fue todo un drama, Namjoon llevó a sus hombres a dentro del campus, las autoridades de la escuela por supuesto se alteraron al saber lo que estaba pasando, ellos no tenían idea de lo que Jungkook dirigía. Y hablando de él, no había rastro alguno del maldito. Por supuesto dejó a sus dos "amigos" hundirse y el huyó. Obviamente todo esto afectó al plantel.

JiMin dio toda su declaración ese mismo día, yo también lo hice.

Se encontraron todas las pruebas necesarias para afirmar todo lo que estaba pasando. Arrestaron a más chicos involucrados pero aún no había rastro de la cabeza de todo esto.

Llevé a JiMin con el doctor Oh, le conté absolutamente toda la verdad, quedó impactado. Además me pidió que no le mintiera nunca más, qué le podía tener la confianza, lo cual agradecí.

Limpió y curó las heridas de ambos, pero a JiMin le ordenó reposo por un par de días.

Al salir del hospital, entramos al auto, ya era tarde, noto como JiMin comienza a llorar.

—¿JiMin?—.

—No se, que hubiera si donde mi sin ti—.

—Oh, ya te dije que no me arrepiento—.

—Gracias Yoongi. Pero debo irme—.

—¿Qué? No me hagas esto de nuevo—.

—No, no. Irme al campus, yo vivo ahí, Yoongi—.

—Ah, entiendo. Pero debes descansar, todo esto fue demasiado y aún estas débil—.

—Lo se, pero estaré bien—.

—¿Si? ¿Tienes algun amigo que pueda estar al pendiente?—.

—Yo... No tengo amigos Hyung. Mis "amigos" eran todos esos idiotas—.

—Entonces quédate conmigo, te cuidaré—.

—Yoongi...—.

—O dime si no quieres—.

—No es que no quiera—.

—Park, me gustas ¿entiendes? Y se que yo a ti. Vivimos ya todo esto juntos como para no estar juntos ahora. Déjame cuidarte, aún estás mal—.

—¿Y que? ¿Vivir simplemente en tu casa de a gratis?—.

Me acerco y lo beso.

Esos labios, que me corresponden y enloquecen.

—Yoongi...—. Susurra.

—No dejaré que te vallas de nuevo—.

Sonríe en mis labios. —Debemos hablar de diner...—. Lo beso de nuevo.

—No ahora—. Un beso más. —Te prometo que lo veremos—. Otro beso. —Ahora vamos a casa—.

Salimos del hospital.
Después de ya un tiempo no había sentido tanto alivio, me sentía pleno.

Jamás imaginé que JiMin me gustara tanto.
No sabía si terminaría enamorandome pero es lo más seguro. Y no me resistiré si sucede.

Llegamos a casa.

—Date una ducha y luego ve a la cama—.

—Si mamá—. Lo empujo suavemente. —Pero Yoongi...—.

—¿Tienes hambre?—.

—Algo—.

—Yo me ocupo de eso—.

Nos regalamos una sincera sonrisa mientras el se iba.

Amo esa sonrisa.






















-DaZo💋

• Señales de Noche ● YOONMIN •💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora