Capítulo 4.5

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Al día siguiente de mudarse a la High Alliance...

"Y por eso es que poner aclaraciones al principio de los fanfics es estúpido y no tiene sentido" decía Bakugo con los brazos cruzados.

"Entiendo el punto de la inmersión, pero opino que sirven más para la gente que puede no captar algunas referencias..." respondió Izuku.

Los dos chicos quedaron en silencio unos segundos. Había mucho viento, y el cabello de los jóvenes estaban completamente levantados.

"Por cierto... ¿Por qué estamos cayendo?" preguntó Izuku. Bakugo se encogió de hombros y apartó la mirada. Uraraka dio un suspiro.

"¿Por qué decidí acompañarlos...?".


[5 minutos antes]


"Se ve bastante profundo" comentó Bakugo. "¿Por qué nos trajiste a ver un abismo?".

"Aquí vengo a entrenar mi quirk, pues como no hay literalmente nada cerca no hay problema en darlo todo" dijo Izuku.

Bakugo asintió. Izuku se acercó a un lado del abismo de superficie delgada —cosa que no notó en el momento— y lanzó un par de llamaradas a toda potencia hacia abajo. Tardaron unos segundos en caer y cuando explotaron, un pequeño temblor sacudió los alrededores, provocando que se desprendieran algunas rocas pequeñas de los lados del abismo. También hicieron que Bakugo diera un saltito por la sorpresa, haciendo que se tambaleara en el borde del abismo. Izuku intentó sujetarlo y tirarlo hacia atrás, pero Bakugo estaba tan asustado que creó pequeñas explosiones en la palma de la mano que sostenía Izuku, haciendo que éste perdiera el equilibrio igualmente. Los dos estaban a punto de caer, pero Uraraka corrió a toda velocidad para tocarlos y quitarles el peso con su quirk.

Grave error.

El borde sobre el que corrió Uraraka se desprendió, haciéndolos caer a los tres directamente hacia las oscuras fauces del gran abismo. Uraraka intentó acercarse para tocarlos y luego a ella misma, pero se habían alejado demasiado. Al final, al ver que no tocaban fondo, optaron por hablar un rato, rezando para que algún azar del destino ocurriera y se salvaran de semejante situación.

"Tengo una idea" dijo Izuku de repente.

"¿No les parece extraño que aún no hayamos tocado fondo?" comentó Bakugo.

"Cállate y escucha. Sujétame del brazo y lanza una explosión hacia la pared contraria a Uraraka, lo suficientemente fuerte para que nos impulse hacia ella. Luego, Uraraka nos toca a los dos y a ella misma y salimos nadando hacia arriba, ¿entendido?".

Bakugo lo miró y luego asintió. Agarró a Izuku de su brazo cercano y apuntó su mano libre a la pared contraria a Uraraka. La pared estaba a unos 2 metros, por lo que, ante la pereza de calcular la potencia de la explosión, optó por simplemente provocar una fuerte, cosa que hizo que ambos chicos salieran volando, chocando con Uraraka en el proceso e impulsándose hacia arriba gracias a una llamarada de Izuku hacia el suelo.

"¡Estamos saliendo!" exclamó Bakugo. "¡Uraraka!".

"¡Sí!".

Los tocó a los dos y luego posó una de sus manos en su propio hombro, haciendo que los tres perdieran su peso.

Llegaron al borde, por lo que Izuku hizo un rápido giro de mano de noventa grados, apuntando su llamarada hacia la dirección contraria a la del borde, impulsándolo hacia tierra firme.

"Liberar" dijo Uraraka mientras juntaba las yemas de sus dedos. Los tres perdieron impulso rápidamente al ser jalados nuevamente por la gravedad hacia el suelo.

"Eso fue... intenso" dijo Izuku.

"No te acompañaré nunca más a tus lugares extraños..." dijo Bakugo.

"Al único lugar extraño al que te seguiré de ahora en adelante es a un motel" dijo Uraraka intentando levantarse, pero las náuseas a causa de su quirk le ganaron provocando así que vomitara arcoíris sobre el árido suelo.

"Espera... ¿un motel?" cuestionó Bakugo.

"Shhhh... ¿no ves que se está muriendo?" lo calló Izuku.

"Pero...".

"SHHHHHHHHHHHHHHHHHH".

Bakugo suspiró y cayó dormido.

"Creo que yo... también dormiré" dijo Izuku somnoliento. Al final se quedó dormido de igual manera.

Uraraka por su parte se recompuso como pudo y se fue caminando del lugar. Sin despedirse.

Sin duda una tarde muy loca.

Midoriya Izuku quiere una vida pacífica | BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora