visitando al enemigo parte 2

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Comienzo a pensar que estaría mejor en mi casa con mi perro viendo alguna serie de chicos cantando por todos lados, a mi parecer la cena es tensa e incómoda, claro, los suegros están encantados conmigo después de saber que trabajo en una importante empresa de construcción y gano lo suficiente como para llevar una vida de lujos según ellos, lo que no he conseguido es congeniar con Sebastian y es un dolor de cabeza.

-Cooper, amigo, ¿porqué no me acompañas por el vino? -me sonrió de manera extraña- de paso me cuentas que tal te va con mi hermanito.

-claro, si nos disculpan... -camino a lado de Sebastian, en un silencio incómodo hasta el sótano en donde guardan sus vinos.

-bueno, Cooper, sabes me caes bien, tienes las suficientes pelotas como para venir otra vez a pesar de que te decíamos que no eras muy bien recibido en esta casa -comienza a acercarse de manera extraña hacia mi, lo cual me hace retroceder hasta quedar pegado a la puerta- sabes tienes lindos ojos, tan azules... y unos labios que moriría por besar.

-¡¿Qué carajos te pasa Sebastian?! -lo empujó lo suficientemente fuerte como  para quitármelo de encima- en serio quieres hacer hasta lo imposible para que me aleje de Elliot, ¿no es así? -le doy una sonrisa de lado- no lo haré Seb, lo amo y es algo que no cambiaría por nada del mundo y menos por ti.

-dime que por lo menos no te gusto, tan siquiera un poco Coop -se vuelve a acercar a mi- dime que no me deseas -susurra cerca de mi oído, siento como se eriza mi cuerpo- tanto como yo a ti -me ve a los ojos de una manera tan intensa que siento que voy a caer.

-no lo hago y agradecería que te quitaras, mi novio me está esperando -lo quito y al final tomo la dichosa botella de vino, subo las escaleras y voy tranquilamente con mi novio.

-amor, ¿porqué tardaste tanto?, ya iba a ir por ti -me toma de la cintura mientras me da un pequeño beso en la mejilla.

-perdon osito, no encontrábamos el vino correcto, ya sabes, es difícil estar de acuerdo con tu hermano -digo mientras destapo la botella- tus papás están en la sala, así que ayúdame a llevar las copas -me giro a verlo con una sonrisa- después veremos cual será tu castigo -me guiñó el ojo, tomo dos copas y en la otra mano el vino, me dirijo tranquilamente a la sala.

-al fin algo de vino -se pone de pie el papá de Elliot, agarra la botella que le ofrezco, rápidamente le sirve a su esposa y a el.

-con moderación papá -dice Elliot, dándome mi copa y la otra a Sebastián, el cual se encuentra más serio de lo normal, molesto diría yo pero nada que me importe- Coop tu también -se sienta en mis piernas.

-Elliot hay más lugar en el sillón, bájate de Cooper -frunce su ceño, veo como aprieta su mano contra el sillon- me dan asco de lo melosos que son.

-que yo tengo un novio que esté más cómodo que el sillón no es mi problema Seb, además, ¿porqué te molestaría? -recuesta su cabeza sobre mi hombro, sonriendo mientras ve su teléfono, yo solo me limito a ver mi copa como si fuera lo más interesante del mundo.

Pasan las horas y nos tenemos que ir, pues el padre de Elliot está muy borracho así que entre Sebastian y yo lo subimos a su recámara, lo cual es algo difícil puesto que es en el segundo piso y el hombre es demasiado terco. Al final logramos dejarlo en su cama.

-eres demasiado sexy sabes -dice de la nada Sebastian, mientras me para con una mano y me acorrala contra la pared, me llega el olor a licor- pero estas con mi hermanito, pero sabes, me gustas y eso está muy jodido suelta una risa sarcástica.

-pues que mal por ti -lo veo a los ojos, claro que esta algo alcoholizado asi que solo le seguiré el juego para que me deje tranquilo- ¿no crees?, lo acepto, tu también eres muy guapo.

-eso era todo lo que quería escuchar -se acerca peligrosamente a mi, cierra los ojos y va rozando mis labios de forma suave- solo un pequeño beso Cooper y te dejaré tranquilo, no te molestaré más, lo juro.

-¿lo prometes? -cierro los ojos, pongo mis manos en su cintura.

-por la garrita -y eso fue lo último que escuché, me agarró del cuello y me besó de forma ruda y demandante, pegó su cuerpo totalmente a mi, nos separamos por falta de aire, malditos pulmones.

-adiós -me limpio los labios y me dirijo al primer piso, veo a mi novio jugando con su teléfono,  pero listo para irse.

-ya vámonos amor -me hace un lindo puchero, se para y me toma de la mano- mamá ya se fue a no se que dijo que iba a hacer... adiós Sebastian, nos vemos otro día hermano -lo abraza mientras yo me quedo viendo a mi novio.

-adios Elliot, espero verte más seguido -me guiña el ojo, sonríe de manera sarcástica- tu novio me cae bien así que no dudes en invitarlo.

-Claro que si, bueno, nos vamos, tengo cosas que hacer en mi departamento así que... -toma su chaqueta y me toma de la mano, nos dirigimos a la salida.

-estuvo buena la cena, adiós Sebastian -nos damos un apretón de manos y me dirijo con Elliot al auto, nos subimos y rápidamente lo besó- ¿listo para tu castigo osito?, aunque me la pasé bien, debo admitir -muerdo mi labio, conduzco a nuestro departamento.

-claro que si, es más use esta cena solo para que me castigues hoy -pasa su mano por mi entrepierna- me siento con más energía que otros días así que lo que te espera llegando cariño -sube su mano y la pasa por mi abdomen.

-como desees cariño, será una noche muy larga...

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⏰ Última actualización: May 06, 2020 ⏰

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