DÍA UNO

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Es el primer capítulo del extra. En total son 10, disponibles en Amazon y kindle unlimited. Simplemente diez días con ellos en sus vacaciones de luna de miel.

Especia luna de miel (Keith y Chris)

Cancún, noviembre de 2009

Día 1:

Aquel no era su primer viaje en avión. Ni siquiera se podría decir que fuese su primer viaje con él. Pero mientras caminaba apresurado entre el gentío del aeropuerto, su maleta rodando detrás, no pudo evitar sonreír, feliz. En aquel rincón del mundo que se asemejaba más a una burbuja turística, los idiomas que se escuchaban por todas partes variaban de un español que Keith entendía solo a medias y un inglés fluido. Las personas apresuradas a su lado también parecían proceder de los más variados destinos, a juzgar por retazos de conversaciones que él no llegó a comprender.

-¿Dónde vamos ahora? -preguntó mientras se detenía y se colocaba junto al que, desde hacía más de un año, era su marido.

-Tenemos que buscar la empresa donde tenemos reservado el coche.

No fue difícil encontrar la hilera de cristaleras con decenas de anuncios sobre el renting y los precios. Chris ignoró a todos aquellos que intentaron llamar su atención desde las puertas para entrar en la indicada. Allí, un joven de tez morena y bonitos ojos oscuros los atendió en un inglés perfecto, les hizo rellenar un montón de papeles y los acompañó afuera, hacia un aparcamiento donde un reluciente coche azul los esperaba.

-Es automático, como lo pidieron. Y podrá devolverse en nuestra empresa del aeropuerto del Chetumal en la fecha acordada. Disfruten de su viaje.

El calor nada más salir le hizo transpirar en apenas cinco minutos. No estaba acostumbrado a esa humedad sofocante que a las once de la mañana parecía succionarlo todo. Se había bañado en repelente para protegerse de los mosquitos, y su piel se veía aún más pálida por el exceso de crema protectora para el sol. Chris había tenido el tino de ignorar el inmenso sombrero que compró en el aeropuerto de Nueva York para cubrirse tanto la cabeza como los hombros. Ya sabían los problemas que tenía con las quemaduras. Keith había debatido largo y tendido con su esposo sobre el destino de su viaje. Iban a ser diez días y quería pasarlos lo más relajados posible. La suma de mar y naturaleza sería un conjunto perfecto para que ambos pudieran deshacerse de algo del estrés propio de los últimos meses.

El plan, en un principio, no era ir a Cancún, sino a un lugar más pequeño y, supuestamente, menos concurrido en aquellas fechas: Tulum. Según las fotos, aquel pueblecito turístico tenía uno de los yacimientos mayas más importantes pegado a la playa. Una playa caribeña, para más énfasis. Desde allí se podían visitar, además, un montón de lugares que en imágenes parecían paraísos perdidos en medio de selvas hermosas.

-¿Quieres comer algo antes de partir, o cuando lleguemos al hotel? -Chris, con unas bermudas oscuras y una camiseta de algodón amplia, no había conseguido en absoluto aquello que buscó: el pasar desapercibido. Sus cabellos rubios, sus ojos castaños y aquel rostro atractivo no hacían sino atraer miradas de forma constante. Llevaba además aquel aura de seguridad que uno inmediatamente vinculaba con el dinero. Era algo que para aquellas alturas se pegaba de forma innata a su esposo. Por suerte, al final decidió no ir con aquellas chancletas horribles y se pudo unas zapatillas deportivas.

-Cuando lleguemos. Será junto la hora de comer, ¿verdad? No deberíamos tardar ni dos horas, se supone.

-Entonces solo compraremos agua para el camino y listo.

Fue Chris quien se acercó hasta un puesto junto a la salida donde vendían botellas de todo tipo. Tras comprar un par de ellas, metió las maletas en el maletero mientras Keith configuraba el GPS del coche. Era una carretera recta, por lo que no deberían tener problemas. El aire acondicionado pronto se hizo necesario y Keith no dejó de mirar por su ventanilla, inmerso en un paisaje donde solo se veía verde y más verde. De vez en cuando pasaban algún pueblo pequeño, que usualmente detenía el recorrido de los coches con altos resaltos en la carretera.

Especial luna de miel. Chris y Keith. Extracto (capítulo 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora