Desperté al sentir un pequeño dolor en el brazo por la mala posición en la que quede anoche, pero no me importaba porque hay estaba la cabeza de eva sobre mi pecho; le di un ligero beso en su frente y escuche como gruñía y se movía aferrándose más a mi
_ Es temprano todavía – argumento
_ Tenemos que ir a desayunar – dije sonriendo
Me acerque a darle un beso cuando de repente se levantó rápido alejándose de mí, me quede confundido
_ Ni se te ocurra besarme Juan venales, mira que eso solo pasa en las novelas donde se dan besos mañaneros, aquí en la vida real existe el mal aliento ¿sabes? – comento riéndose
_ Tu mal aliento mezclado con el mío, imagínate esa toxina – argumento mientras soltaba una carcajada
_ Tienes razón, hay en la gaveta hay menticas – comente soltando una carcajada
_ Tonto – dijo
Bajamos al baño y le di un cepillo de dientes nuevo, ya que teníamos varios ya que aldrey dice que cada 40 días hay que cambiar de cepillo
Ella se cepillo los dientes se peinó el cabello y se sentó en mi cama a observar como yo me cepillaba los dientes; Al salir del baño no pude dejar de mirarla, hay estaba ella con esa sonrisa tan única y esos ojos que observaban mi alma, me encantaba cuando pasa su mano por su cabello se ve tan perfecta; definitivamente estoy enamorado de ella en su totalidad
Me acerque a ella lentamente
_ ¿Ahora si me puedes dar ese beso? – pregunte pícaramente mientras acariciaba su mejilla
_ Si te cepillaste bien si – comento sonriendo
Luego de todo eso tan cursi decidimos bajar a desayunar
_ Buenas llego por quien lloraban – dije entrando a la cocina con eva
_ Si llorábamos de arrepentimiento – soltó George
George ya se había ganado nuestra confianza al máximo y ya se burlaba de nosotros y viceversa claro siempre hay un límite George es un señor mayor y merece respeto
_ Yo soy lo mejor que ha llegado a tu vida hermano – Dije abrazándolo
_ No se ponga sentimental señor venales, es muy temprano – comento soltando un carcajada
_ Es que no ves la sonrisa que carga de oreja a oreja George – argumento aldrey - ¿Qué abra pasado anoche eh eva? – pregunto aldrey
_ Nada chismoso – dijo ella golpeándolo en el hombro
_ Juan el lobo feroz no se comió a caperucita roja ¿verdad? – pregunto aldrey serio
Ese era la clave para preguntarme si había sucedido algo más que solo besos con eva anoche; tremenda clave aldrey nadie entendió hermano
_ “NO”, pero caperucita tenía ganas – dijo Eva
_ OKEYYYYYY – dije sorprendido – Yo soy turista
_ Viste juan andas pegado en el aparato chamo – dijo aldrey negando con la cabeza
_ Niño ven siéntate aquí para darte el cereal en la boca – comento eva señalando el cereal
_ “AHHHH NO” aquí no se van a poner con sus cursilerías – dijo aldrey – ya ni la cara te quieren respetar George – argumento aldrey señalándonos
_ En mis tiempos eso no existía – comento George
_ ¿Qué? La cursilería o el cereal – dijo aldrey riéndose – disculpa viejo…. O disculpa George – dijo aldrey soltando una carcajada
_ ¿Cómo era en tus tiempos? – pregunto Eva
_ En mis tiempos la mujer invitaba y pagaba todo – comento George asintiendo con la cabeza mientras soltaba una carcajada
_ “YO SABIA” – dijo aldrey – todo este tiempo nos han tenido engañado con eso de la educación vale – argumento mientras se reía
_ No mentira señorita Carter, en mis tiempos no podíamos estar juntos por que los padres eran más estrictos, los momentos a solas no existían, si estábamos en la sala tenía que estar o su papa o su mama, pero nunca solos – comento George
_ En aquel tiempo el amor verdadero era más fácil de identificar, si la persona en verdad te amaba soportaría todas esas charlas, yo aguante muchas con mis suegros señor juan y la verdad que mis suegros no eran nada fácil, eran personas prestigiosas por tanto quería que su hija se casara con un buen hombre de una excelente familia adinerada y yo era de una familia sencilla y que no tenía para cubrir algunas cosas en ocasiones; ósea yo no era el mejor postor para ella, imaginen la reacción de sus padres cuando se enteraron que se había enamorado de mi – argumento soltando una carcajada recordado el pasado
_ Y luego que paso? – pregunto eva
_ Sus padres no me aceptaron hasta que me gradué como abogado en la universidad y luego saque también un título en enfermería y en seguridad industrial y realice pequeños cursos – comento levantando los brazos – luego nos casamos – afirmo
_ ¿Y cómo es que una persona con 3 títulos termina atendiendo a 2 sin vergüenzas? – pregunto eva
_ Para muchas personas o empresas ya yo era inservible por mi edad, el día que conocí a estos sin vergüenzas estaba tratando de conseguir trabajo en la cafetería y al igual que los demás me vieron inservible y pues el señor venales estaba en una mesa cerca e hizo que me sentara con él, me invito esa noche la cena y estuvimos platicando y me ofreció el trabajo y me está pagando mucho más de lo que yo ganaba cuando era abogado y eso se lo agradezco mucho – comento George mientras una lagrima corría por su mejilla
Eva se levantó y con su pulgar le quito la lágrima de la mejilla y lo abrazo
_ Sabes que conmigo también puedes contar George, no te conozco lo suficiente pero si eh escuchado demasiado de ti; sé que eres la conciencia de estos 2 – dijo eva mientras nos señalaba
George le correspondió el abrazo y le regalo una sonrisa
_ ¿Ósea que a mí no me agradeces nada? – comento aldrey levantando las manos
_ Si los dolores de cabeza diarios – argumento George riéndose
_ A mí me dolió fue lo de sin vergüenza – comente levantando los hombros
_ Las cosas como son juan – afirmo Eva riendo
El día transcurrió todo normal, eva paso el día conmigo en casa acostada viendo películas mientras comimos helados; en cuanto a aldrey pues había salido con génesis al medio día
Lleve a Eva a su casa a eso de las 6pm y se despidió con un largo beso mientras acariciaba mi cabello
_ Me encanto pasar tiempo de calidad contigo Juan – comento en mi oído
_ Pues las almohadas siempre estarán en la terraza esperándote – comente mientras le sonreía pícaramente
Ella salió de la camioneta después de haber terminado de despedirse y mientras se disponía a entrar a su casa se despedía de mí moviendo la mano.
