CHAPTER ONE: NEW WAYS

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Drobak, Noruega.

29 de abril de 2000.

Nada en esta vida es fácil, solía decir mi padre siempre que llegaba a casa con los ojos morados o una costilla rota. Siempre he sido más inteligente que la mayoría de los chicos de mi edad, a los 12 años fui aceptado en una preparatoria en Noruega, un chico coreano en un país como este era un sueño. Mis padres decidieron ir conmigo y hacer una vida allí para apoyarme, todo esto debía ser felicidad, sería un ingeniero, sacaría adelante mi apellido, haría valer su peso, no por nada era un KIM, mi nombre KIM NAMJOON sería validado por mis logros. Claro esos eran los planes pero como en la vida lo que planeas no siempre sale como esperas por no decir que jamás, aquí en Noruega las cosas no eran como en Corea, aquí ser inteligente, becado y coreano era casi como ser un paria, así que mi sueño se convirtió en mi pesadilla en la que poco a poco fui enterrado en vida.

Un día mientras caminaba de regreso a mi apartamento cerca del campus de la academia donde estudiaba, me topé con los mismos cuatro idiotas de siempre, era ya una especie de ritual desde que llegue, de eso ya son más de 5 años y sigue siendo lo mismo. A pesar de ya no ser el mismo chico bajo de antes, ahora con 1,83 cm de estatura, brazos y piernas largos seguía siendo golpeado como las primeras tres semanas de mi llegada a este maldito lugar.

Dos golpes, un insulto en noruego...Y ¿más golpes? Algo diferente sucede, los golpes se detienen de la nada y escucho desde mi lugar en el suelo polvoriento como gime de dolor mi agresor. Levanto la vista hacia donde se suponía venían las patadas hace unos minutos, frente a mí un chico no más alto que yo, vestido con el mismo uniforme de la academia en la que estudio sostenía, como si fuera un muñeco a HANZ, apenas si le costó lanzar su cuerpo como un saco a un lado. Me incorpore sobre mis antebrazos para ver que sucedía y pude ver como rápidamente eran golpeados por aquel chico, uno a uno salieron corriendo llevándose a rastras a su "jefe" con ellos pero ¿Qué demonios acabo de ver?.

""¿Piensas quedarte en ese lugar todo el resto de día chico?""

Esa única frase me saco de mi letargo, me di cuenta de mi estado así que trate de levantarme pero un dolor punzante en mi costado logro hacerme retorcer en mi lugar, es perfecto una costilla rota que novedad. A estas alturas no podía ser más penoso me recosté en el suelo estaba realmente harto de toda esta mierda, golpes, insultos y demás tenía que soportar todo para ser "alguien" en esta vida, seguí pensando viendo el cielo gris sobre mi aun tirado en ese camino de grava, ya ni siquiera sabía si ese extraño chico seguía allí.

""Veo que estas más lastimado de lo que pensé, vamos te llevare en mi espalda ¿vives muy lejos de aquí?""

Y allí estaba, pero que era eso de "chico" no es más alto que yo, ni siquiera se ve mayor que yo ¿Por qué sigue usando ese término? Sentí como me tomaba de los costados en sus brazos y me levantaba sin mayor esfuerzo, esto es genial para completar mi humillación un extraño me carga como princesa porque ni siquiera puedo mantenerme en pie. El camino fue totalmente en silencio, me limitaba a señalar o asentir para indicarle donde quedaba mi casa, cuando estuvimos allí mi madre salió a recibirnos y ayudarme a entrar, de reojo vi que hizo una reverencia al despedirse ¿una reverencia? ¿Es coreano? lo pensé por unos segundo y entonces asome mi cabeza a la entrada del edificio pero ya no estaba por ningún lado, perfecto un extraño coreano me ayuda y como idiota ni siquiera le agradecí.

Pasaron los días y trate en vano de encontrar a aquel chico, sabia de otros coreanos en la misma calidad que yo en aquella academia. En una de tantas búsquedas en la biblioteca me encontré con un chico muy amable, su nombre PARK JIMIN becado de danza con 2 años de su llegada y con definitivamente más suerte que yo, debido a su especialidad de artes la gente era mucho más amable que conmigo. Nos hicimos amigos de esos amigos que duermen juntos viendo películas, solíamos hablar de nuestros sueños y lo que haríamos al volver a corea, yo era un chico de pocas metas pero gracias a JIMIN empecé a soñar con más ganas. Cantar así como lo oyen cantar o resulta que era muy bueno en ello tanto como lo era escribiendo, asi que empecé a escribir letras para el grupo de canto de la academia, me convertí en alguien visible. Los siguientes meses en aquel lugar de pesadilla se convirtieron en los mejores junto a JIMIN y ZILO otro chico coreano que se unió a nuestro pequeño experimento musical.

BETWEEN SMOKES ANDS GUITARSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora