┌✩۪۟۟҂Kim seokjin un hombre de 25 años con un buen trabajo, amigos fieles, salud y una relacion estable. Esta ultima, se ve gravemente afectada a causa de uno de los mayores apoyos que ha tenido en su vida, su pequeño híbrido ༘─̇❥ᰰຼ⭏
᩠͡♡↬historia c...
-hasta que contestas- dijo enojado el azabache despues de estar 4 minutos llamando a su novio
-lo siento ken..estaba terminando algo del trabajo- se tomo un momento para suspirar - , que necesitas amor?-
-que.hacias- preguntó el mayor con un tono notablemente molesto
-estaba terminando unos papeles ya te dije cariño, ¿para que me llamabas?-
-esta bien- dijo rendido atravez de la linea -te llamaba para...em..te-te dejaste algo en mi casa-
-que me deje esta vez?- el pelinegro fue a su habitacion para sentarse a orillas de la cama, estaba muy cansado y necesitaba dormir, la voz de su pareja lo relajaba un poco
-este...te dejaste..un-un cargador-
-sabia que se me olvidaba algo al salir- rió -cuando nos veamos otra vez me lo devuelves si?, debo cortar, te amo!- dijo para luego cortar la llamada y mirar a una esquina de la habitacion, en donde su cargador ha estado todo este tiempo
Suspiró cayendo de espaldas al colchon, cada vez eran mas llamadas de su novio sin razon, cada llamada tenia una mentira nueva para excusarla
-quiza me extraña y es muy tímido como para decirlo- sonrío, sus parpados empezando a pesar cada vez mas
-hyungie?- escucho la voz de su gatito en la puerta
El mayor emitio un sonido indicando que estaba escuchando pero solo escucho silencio y unos pasos "quizas se fue" pensó, estaba muy equivocado
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Un pequeño minimo aparecio en su campo de vista, el gatito se hizo una bolita entre las blancas savanas causandole una sonrisa a su dueño
-yunki-ssi bébe- el pelinegro abrazo al gatito sin fuerza para no aplastarlo -puedes darme un abrazo?- su peticion no se hizo esperar para cuando ya estaba siendo apretujado por los bracitos del menor. Para acomodarse mejor escondio su cabeza en el hombro del híbrido inhalando su aroma a menta, empezando a acariciar las orejas del contrario. No le podia importar menos la desnudez de su pequeño, solo le importaba la calma que le hacia sentir cada vez que se abrazaban, pocos segundos despues el mayor ya habia caido dormido entre los brazos de su híbrido
