Le pregunté

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   El amor crecía más grande cada día que pasaba. El me hacia sentir una manera que nunca avía sentido antes, el me hacia sentir feliz, emocionada, y el me hacia sentir como si yo verdaderamente le importaba yo.
   Yo pensé que lo conocí lo suficiente y que el realmente sentía algo por mi, decidí hacerle la pregunta. Claro me puse nerviosa porque el chico es el que "debe" de preguntar. A pesar de eso...lo hice. ¡Le pregunté! "Quieres ser mi novio?" Y el me respondió que... ¡Si!
   Los nervios se fueron y me puse muy feliz. No lo podía creer, al chico que me gustaba me dijo que si quería ser mi novio, fue algo maravilloso.
   Pasaron días, semanas, meses y yo era feliz con el amor de mi vida, mi primer amor. Llegué a conocerlo más y más. Hablábamos de nuestro futuro y sobre el día que nos íbamos a conocer. Me enamoraba más y el lo sabía porque no había ningún día que no le dijera cuanto lo amaba. Después de un tiempo presentía algo malo. El no era el mismo. Me dijo que teníamos que hablar.

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