hoodie season ── chanlix

deuxième partie

- a-ah sí, felix. hay algo que tengo que decir...

el corazón del menor comenzó a palpitar con fuerza, jamás había oído la voz del ajeno en un tono tan nervioso. este acostumbraba a hablar con firmeza y sin dudar, que chris tartamudeara al emitir palabras hacia él era algo completamente nuevo, y millones de dudas comenzaron a florecer en él. la mirada del menor entre ambos se dirigió delicadamente a los ojos ajenos, sin poder evitar el detalle de lo brillantes que estos se encontraban y lo carmesí de sus lindas mejillas.

- realmente no era está la forma en que planeaba que te enterarás... creo que hasta una canción hubiera sido mejor, algo con más sentimientos. se que no podré expresar lo que en ese escrito planeaba plasmar, soy un tonto con los sentimientos, pero... debo dar alguna explicación supongo.

el mayor comenzaba a hablar más fluido, pero aún así se notaba cuánto tiempo tomaba para buscar las expresiones correctas. ambos mandos habían sido dejados de lado, quizás y probablemente porque los dos deseaban prestar máxima atención a lo que sucedería a partir de ahora. felix tan solo asintió, en señal de que escucharía sin interrupciones, regalándole una delicada sonrisa.

- como explicártelo, lixxie. desde que te conozco siento que mi vida a ganado otro valor, eres mi nuevo sol y tu brillo no ha dejado de aliviarme, hasta me ha mantenido más calido de lo que hoddie a podido. intenté convencerme de que te amaba porque eras mi nueva familia, eso que me recordaba a casa, juro que lo intenté... pero tus labios no dejan de hacerme cambiar de opinión. desde lo bien esparcidas que estan tus pecas hasta las deliciosos brownies que preparas todas las tardes, tus abrazos y risas mientras jugamos videojuegos, todo aquello se ha vuelto mi cosa favorita estos últimos meses. no puedo dejar de pensar en todo lo que hacemos, todo lo que hablamos, absolutamente todo me recuerda a ti y a cuanto...

por un segundo sus palabras cesaron, el mayor atinó a únicamente bajar la mirada, apretando aquella rotosa y vieja sudadera con temor, haciendo que el corazón del pecoso se detuviera casi de igual forma abrupta como sus palabras. desde su punto, todo lo que chris recitaba había hecho que su estómago se llenara de inocentes mariposas, aquello sonaba como un conflicto interno con sus sentimientos, aquello que felix había podido asumir hace ya rato. solían poder desahogarse entre ellos y que su hyung no continuara lo estaba calcomiendo, no solo por querer saber el desenlace de su testimonio, si no también por miedo a que no estuviera seguro y confiado de lo que suponía iba a decir.

- todo me recuerda a cuanto me gustas, lo lamento, lamento arruinar esto así. pero de veras que jamás me había sentido así de enamorado, agradezco saber que eres tú el primero que cautivó mi cansado corazón. entiendo si prefieres que únicamente nos consideremos compañeros de trabaj-

- también me gustas, chris, desde hace tiempo.

interrumpió sin vergüenza el más bajo, sintiendo al instante la sangré correr hasta sus mejillas quedando como una auténtica fresa. aquella declaración tan espontánea de sus propios sentimientos y la mirada inmediata del mayor con sus ojos sorprendidos fueron suficientes como para hacer que se convirtiera en el ser más sonrojado de todos.

varios segundos de silencio fueron compartidos, mientras ambas miradas se encontraban ahora con otra magia. ambos tomaron el tiempo necesario como para analizar las facciones impropias que habían cautivado sus corazones, regalándose pequeñas sonrisas ejecutadas con únicamente una de sus comisuras.

una pequeña risa del pelinegro dio fin a ese silencio, llevando su mirada hasta aquel plasma que comenzaba a iniciar la nintendo.

- bueno... supongo que no deberé continuar esa fastidiosa carta que nunca supe como realizar.

- jamás es mal momento para componerme una canción, ya sabes cuanto me gustan.

soltó el pecoso en forma burlona, tomando nuevamente su mando y acomodándose en la orilla de la cama para comenzar a jugar.

- hyung ¿estas listo para perder?

[ ... ]

pasaron varías lindas horas de juego, llegando así a ser tarde en la madrugada. ambos habían apagado sus controles y el televisor únicamente mostraba una bonita imágen de sydney, acompañado de un relajante sonido de playa, facilitándole a los dos recordar los típicos sonidos de su hogar. el mayor se encontraba cómodamente tumbado en el centro de su cama, con aquél hoodie viejo ahora puesto, y con su lindo pecoso recostado sobre el pecho. sus respiraciones sincronizadas lograban un lento vaivén entre sus torsos, haciendo de esa una situación del todo relajante. ambas manos entrelazadas y caricias en el cabello anaranjado del menor bastaron para que lentamente quedara plácidamente dormido.

- buenas noches, my lover.

siendo esas las últimas palabras del mayor, antes de caer completamente dormido a la par de su pequeño, tan cerca el uno del otro como cada noche habían deseado estarlo.