¿Me dejas besarte?

La caja azul aterciopelada

2 años después

Abrí la nevera y apoyandome en la fría puerta ojeé el interior intentando encontrar algo que me quitara el apetito. Había un trozo de lasaña en un tapper de cristal de la comida que hizo Miranda ayer cuando invitamos a nuestros novios a cenar, una ensalada de estas que te vienen ya hechas comprada del super, salchichas y una empanada de carne. Suspiré dando suaves golpecitos a la puerta con las uñas para después sacar las salchichas.

Me haré un perrito caliente.

Puse el aceite en la sartén y dejé que se calentara mientras sacaba el ketchup y un plato. Miré el reloj de mi muñeca y suspiré.

Que tarde

- ¿Qué estas haciendo?- me di la vuelta, hacia el pasillo que daba con las habitaciones de mis amigas para observar a Miranda.

Llevaba un pijama de manga corto color morado y su pelo largo estaba todo despeinado.

- Como no os levantabais he decidido comer algo mientras os esperaba- se acercó a mi bostezando para dejar caer su cabeza sobre mi hombro.

Cerró los ojos todavía adormilada, consiguiendo sacarme una sonrisa.

- Tia, son las 2 de la tarde- dije con un poco de reproche al tiempo que ponía dos salchichas en la sartén.

- Si bueno, tampoco creo que acostandonos a las 4 vayamos a levantarnos como una rosa tan pronto- Mira se despegó de mi espalada y se sentó enfrente de mi, a la otra orilla de la mesa central.

Mi sonrisa se hizo más grande y puse otras dos salchichas en la sartén.

- ¿Charles sigue durmiendo?- pregunté refiriendome a su novio, con el que llevaba desde hacía un año.

Lo conoció en la facultad, cuando estaba en segundo año. Recuerdo que nos contó que ese día lo había pasado fatal por que había suspendido el examen de Física II y que iba muy pillada con otra asignatura. Además, se había tropezado bajando por las escaleras del metro y casi se abre la cabeza. Sin embargo, el destino se lo recompensó cuando en prácticas le emparejaron con un chico de tercero que tenía los mismos problemas que ella con Física y su tormentosa profesora. Tuvieron tanta química que Charles le pidió salir semanas más tarde, un poco después de haber empezado a estudiar juntos.

Al final del verano Mira había recuperado la asignatura con un notable y conseguido un novio.

Menudo puntazo

- No, se fue sobre las 11 creo por que tiene una reunión con su profe sobre el TFG

Asentí sin despegar los ojos de las salchichas. Las saqué de la sartén y las puse sobre sus respectivos panes, después le pasé un plato a mi amiga.

- ¿Quieres moztaza?- al ver que movía la cabeza de arriba a abajo, saqué el bote de la nevera y se lo pasé- oye, últimamente Gala duerme mucho

- No es que duerma mucho, es que se pasa los fines de semana en la cama con Sandra- contestó antes de darle un bocado al perrito caliente.

Cuando acabó el verano de nuestros 19 años, Gala y yo empezamos la universidad en París. Mi amiga hizo Biotecnología y yo Fisioterapia. Miranda ya lleva un año en Madrid por lo que solicitó para su segundo año un traslado a Francia. Gracias a Dios que tenía casi todo matrícula y se lo concedieron sin rechistar. Gala por otro lado, estuvo a punto de volverse a España para no entorpecer su relación con su exprofesora; sin embargo, todas la convencimos de que estudiar en París era una oportunidad única y que no debería desperdiciarla. Las tres nos asentamos en un apartamento en las afueras de la capital.