Bienvenidos al Himalaya, parte dos.
Luego de que la profesora hiciera que Yeojin se presentara, iniciaron los clases. Aunque básicamente, solo fue una presentación de todos los profesores que les impartirían clases.
Nuestra chica solo se limitó a mantener la vista baja, ya que había intentado observar a sus compañeros, pero resulta que todos la estaban viendo.
¿Acaso se quería comer sus dulces?
Estos chicos se vuelven unos salvajes por los dulces.
Pasó el tiempo, hasta la hora del receso.
Yeojin salió corriendo hacia el comedor, compró un delicioso flan y una leche de banana, para luego buscar un asiento.
¿Los chicos populares?. . . No, son muy cool para ella.
¿Los inteligentes? . . . No, es demasiado tomta para ellos.
¡Ah! Una mano jaló de ella, le arrebató la leche de banana para poder obligarla a caminar.
— ¿Qué? -Miró hacia su secuestrador.
Era un chico, alto, cabello rosa.
Pero, ¿Por qué sus hombros eran tan anchos?
— Oye, ¿Adónde me llevas? -Preguntó.
El chico no contestó, pero se detuvo frente a un salón.
La empujó hacía adentro, y la chica notó que las ventanas estaban cubiertas por una manta, por lo que no había nada de luz.
La chica tenía un único pensamiento; ¿Estaré siendo intimidada como en los dramas?
¿Será este el fin del hombre araña?. . .
