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El 18 de octubre del 2019 ocurrió lo menos esperado pero que todos en el fondo deseaban por mucho tiempo: un estallido social, el cual fue convocado por estudiantes de secundaria producto de una alza en el valor del transporte público. Los estudiantes, comenzaron una evasión masiva en cada estación de metro de la capital del país, invitando a cada pasajero a evadir el pasaje y continuar su trayecto gratis. La policía a quienes decíamos "pacos" de forma vulgar, no sabía qué hacer para detener a la multitud, sólo se quedaban quietos observando todo lo que estaba pasando, sin embargo, de vez en cuando tomaban a algunos para llevarlos detenidos.

Esto surgió por varios días, sumándose más personas a participar en estas evasiones. Por otra parte, comenzaron a surgir marchas en donde se reunían varias personas para mostrar su disgustos por varias cosas, ya sea para aumentar las pensiones, subir el sueldo mínimo, por el robo del agua, apoyar la lucha de los pueblos originarios, una educación y salud de calidad, etcétera. Era increíble como todos estaban unidos por la misma lucha.

Yo descubrí mi pasión por apoyar al pueblo del cual era parte. Iba todos los días a estas marchas, donde podía desahogarme, gritar, bailar, conversar con gente desconocida, alegrarme, entristecerme, enfurecerme y sobre todo, luchar por una vida mas digna.

Toda la gente se reunía en Plaza Italia, que era el lugar céntrico de la capital, acá venían personas de todas las edades, y de vez en cuando, de diferentes clases sociales, debido a que, la lucha era para el pueblo; el cual sufría todas esas desmedidas, y la mayoría de la clase alta estaba en desacuerdo con estas marchas y evasiones, porque claro, su individualismo no los dejaba ser parte de esto, además, no les convenía, ya que sus empresas se podrían ir a quiebra por una baja economía en el país.

Partí yendo a las marchas de otros lugares, porque a pesar de que se reunían la mayoría en Plaza Italia, también quería descubrir cómo era en lugares más pequeños y cómo era la represión policial.
Invité a una amiga llamada Ivana a que asistiera conmigo, junto con mi hermano y unos primos. Ese día nos levantamos temprano para prepararnos e ir. Cuando llegamos al lugar varias personas ya se encontraban reunidas, hablando entre ellas y esperando a que llegarán más manifestantes.
Pasó al rededor de una hora y ya comenzamos la caminata ocupando toda la calle por donde pasaban los vehículos y autobuses. Nuestro destino era llegar a Plaza Italia, nos demoraríamos aproximadamente dos horas en llegar, pero todo valía la pena, el sol no nos acompañaba mucho, pero aun así nadie se rindió y continuamos con el trayecto. Aunque, sin previo aviso, llegó la policía junto con un carro lanza agua llamado "guanaco" y los famosos denominados "zorrillos". La especialidad de este carro era arrojar gas lacrimógeno, donde nos dificultaba respirar y ver con facilidad. Qué ilógico que tengan nombres de animales, ¿verdad? ¿Los animales podrían ser tan malignos como ellos?

La gente empezó a dividirse por las calles para no ser alcanzados por estos vehículos y no sufrir consecuencias. Yo junto con mi amiga, hermano y primos nos dirigíamos a un pasaje, el guanaco era tan grande que no cabía, sin embargo, nos podía tirar agua desde la calle que nos cruzaba. Y así estábamos todos, yendo y viniendo para no ser alcanzados por los pacos.

Saqué mi teléfono y abrí la aplicación de Facebook para transmitir en vivo las atrocidades que estaban ocurriendo. De un segundo a otro me sentí una mini periodista con 18 años.

—Estoy transmitiendo esto para que vean cómo se comporta la policía de nuestro país sin poder dejarnos luchar por una vida más justa, estos perros del estado nos tienen acorralados —decía mientras movía mi celular para todos lados y así tener buenas tomas.

—¡Ten cuidado, Sol! —me gritaba mi amiga de la otra punta.

Le dije que se alejara con señales porque se acercaba el guanaco para intentar mojarnos.
Continué mi transmisión en vivo mientras corría para no ser alcanzada por este.

Amor en Tiempo de Crisis (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora