Ep. 2

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[𝔼𝕡𝕚𝕤𝕠𝕕𝕚𝕠 𝟚]

[A nice place]

[𝕌𝕟 𝕝𝕚𝕟𝕕𝕠 𝕝𝕦𝕘𝕒𝕣]

Cuando era pequeña creía que cuando llovía era porque alguien allá arriba estaba triste... Puff menuda mierda, ahora gracias a mi maestra de preescolar sé que la lluvia tiene un proceso llamado "El ciclo del agua" recuerdo todo el sufrimiento que tuve que pasar para que eso se me quedara grabado en la mente. No sé porque recuerdo eso ahora pero, por más que pasen los años ahí está, como muchas otras cosas en mi vida que por más que quiera olvidarlas siempre estarán ahí.

Ahí estaba yo sentada en el asiento trasero del taxi, observando por mi ventana como las gotas de lluvia hacían competencia de quien llevaba primero a la meta; a los lados de la carretera de podía ver los hermosos pinos que, en su conjunto, hacían un gran bosque. Puff cualquiera pudiera pensar que es un momento hermoso, hasta yo lo pensaría, si no fuera por el destino que me espera al final de este recorrido. Sip, iba de camino al dichoso centro de rehabilitación, que a mi mamá tanto le gustaba mencionar.

Una voz masculina interrumpió la nube de pensamientos en el que me encontraba —Ya casi llegamos —advirtió el taxista con un tono de voz vaga.

—Oh, muchas gracias por aceptar traernos a este lugar tan lejos —agradeció mi mamá con un intento de sonrisa angelical que para nada es verdadera.

—No hay de que señora, yo solo hago mi trabajo —dijo con modestia el taxista correspondiendo a la sonrisa de mi madre... Pobre, si supiera su verdadera cara no le sonriera.

Avanzamos un poco más hasta que quedamos al frente de un portón negro tan alto como un pino, con muros grisáceos y gruesos acompañándolo.

—María recoge todas tus cosas —me dijo mi madre con tono dulce, yo solo me limité a voltear los ojos por su ridícula actuación frente al taxista para luego asentir y bajarme del coche.

Me dirigí a la parte de atrás del auto para poder abrir el maletero y sacar mi maleta. Luego de emplear un poco de fuerza lo logré y saqué mis cosas, que solo era una maleta mediana de color beige y una mochila vieja negra que coloque en mis hombros. Luego de haber sacado todas mis cosas mi madre y yo nos dirigimos al portón en donde nos esperaba una señora algo mayor de aspecto dulce.

—Buenas tardes y bienvenidas al centro de rehabilitación de la ciudad de Faltú —anunció la señora en cuanto estuvimos lo suficientemente cerca de ella, parecía ser una señora amable con mucha elegancia —Tu debes ser María- se dirigió a mí con dulzura, yo solo asentí tímida con la mirada baja.

—Gracias por venir a recibirla subdirectora... —hablo mi madre esperando a que la subdirectora le dijera su nombre.

— Figueroa, Marta Figueroa —completo la subdirectora rápidamente —Bueno no nos quedemos aquí, ¿va a pasar señora Montes? — pregunto la subdirectora con amabilidad.

—Oh no, lamentablemente no puedo tengo que volver cuanto antes al centro —informo mi mamá a la subdirectora que le respondió con una sonrisa que le indicaba que la entendía —María pórtate bien, nos vemos en dentro de tres semanas —dijo para luego darme un beso en la frente, yo no le contesté, aún seguía enojada con ella.

—Bueno será mejor que te muestre el lugar —intervino la subdirectora sacándome de ese incomodo momento, mi madre asintió y se despidió con la mano para luego caminar hacia el taxi que la esperaba unos metros atrás.

—Bien señorita María le iré explicando las reglas mientras caminamos —hablo la subdirectora Figueroa mientras hacía unas señas que le indicaron al hombre que supongo es el portero, y luego de unos minutos el inmenso portón se abrió dándonos la entrada.

Al entrar lo primero que se veía era una gran casa que parecía sacada de un cuento de hadas, todo el lugar era muy hermoso, había mucha vegetación que se veía escarchada por la reciente lluvia. La subdirectora no paraba de decirme cosas pero yo no le estaba prestando atención porque estaba embelesa viendo el bonito jardín delantero que poseía el lugar.

Luego de eso llegamos a la entrada del lugar y un señor nos recibió con las puertas abiertas. Ya al interior pude darme cuenta que el lugar era tan hermoso por fuera como por dentro, todo estaba hecho de madera de roble que le daba al lugar un toque pintoresco y rústico pero sin quitarle lo moderno... Algo me dice que este lugar no es para nada como me lo había imaginado.

Si te está gustando la historia, deja tu voto eso nos ayudaría mucho♡ —Sofi

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𝐔𝐧 𝐬𝐮𝐞ñ𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐮𝐟𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝘓𝘢 𝘢𝘮𝘪𝘴𝘵𝘢𝘥 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘢.Where stories live. Discover now