Yo nunca fui alguien de muchos conflictos, mi lema era "mientras pase desapercibida todo estará bien" pero en estos momentos estoy mandando a la mierda mis éticas de vida. Pues ahora mismo soy el centro de atención en todo el comedor y no es que me agrade mucho esa idea pero ya saben lo que dicen "gente con hambre no es gente".
Las dos problemáticas chicas se encontraban viéndome confusas, pues yo estaba parada justo al frente de ellas sin decir ni una palabra, toda la valentía que había juntado para llegar hasta aquí se ha esfumado en segundo.
—¿Y tú qué?— pregunto la mayor mientras me miraba como si de un insecto me tratase.
—Yo, bueno.... Yo— dije a duras penas con la garganta hecha un nudo por los nervios.
—Vuela de aquí niña, esto no te incumbe— dijo la chica de ojos gatunos con arrogancia. ¡¿Que se cree esta?! ¿¿Es que acaso no ve que intento ayudarla?! ¡Ahora sí me moleste!
—¡Disculpa pero claro que me incumbe!— dije con el tono de voz más elevado de lo normal —¡Gracias a su escenita la fila no ha avanzado y muchas de nosotras llevamos mucho tiempo esperando para comer!— dije ya un poco más tranquila pero aun así sonó demandante.
—¿Y por qué me reclamas a mí? Si yo solo intento dejarle claro a esta que no puede hacer lo que quiera— dijo la de ojos gatunos con fastidio —Estamos del mismo lado idiota, a la que deberías de reclamarle es a ella- dijo mientras apuntaba con la boca a la mayor.
—¡Oyeee! ¡No me digas idiota! — Reclamé con enojo -¡Tú creaste todo este lío para empezar!- era cierto, esta idiota fue la que empezó todo. ¿Es que acaso no podía quedarse callada y ya?
Digo lo que hizo la mayor no es justo pero ¡No había necesidad de armar un escándalo! Aunque yo no soy la indicada para hablar del tema, pues yo fui la que agrandó aún más el asunto.
—¡Aish, pero qué mocosas más molestas!— exclamó la mayor ya fastidiada del asunto —Se me fue el hambre, mejor me voy— dijo mientras al mismo tiempo soltaba su agarre en el cuello de la camisa de la menor para luego salir del lugar como si nada.
Todo el mundo miraba expectante a la otra chica y a mí, tal vez esperando que sucediera algo más. La maleducada y yo solo nos miramos como si quisiéramos matar a la otra con la mirada, para luego volver a nuestro lugar en la fila como si nada; hasta este punto no me había dado cuenta que la maleducada venía con dos chicas más, las cuales no me moleste en detallar pues no quería nada más que no fuera comer.
[ ... ]
Nat, Albhan-ssi y yo estábamos sentadas terminando de comer cuando una voz salida de un altavoz interrumpió nuestro almuerzo.
—María Aurora Montes y Verónica Colmenares dirigirse por favor a la dirección— dijo una voz femenina con la más grande pesadez del mundo —Repito, María Aurora Montes y Verónica Colmenares dirigirse por favor a la dirección.
Ay no... ¡¿Porque todo lo malo siempre me pasa a mí?! Con vergüenza mire las caras de mis compañeras quienes me miraban con lástima.
—No es justo que te llamen a dirección solo por intentar detener a las otras dos chicas ¡Si tu no hiciste nada!— dijo Albhani con frustración.
—Lo siento mucho María— se disculpó Natalia con pena
Yo solo negué con la cabeza y les sonreí, pues no quería que se sintieran mal por mí, yo misma lo busque así que tengo que hacerme cargo de las consecuencias.
Me levanté de mi asiento para dirigirme hacia aquel lugar, y casi al mismo tiempo vi como la maleducada hacía lo mismo que yo pero con una flojera notoria.
Las dos intercambiamos miradas desafiantes para luego suspirar disimuladamente y salir con una falsa valentía del lugar, ambas con la mirada al frente.
Woo, si así es mi primer día, no puedo imaginarme cómo será el resto de mi estadía en este dichoso internado.
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Es un poco corto pero espero que lo disfruten. ♡ —Sofi.
