Empress Running Away with the ball¡ (PARTE CUATRO)

Capítulo 847: Golpear al perro delante del maestro.

El doctor Zhang dijo rápidamente: "Sí, sí, este ministro tiene la mejor crema para la circulación sanguínea".

Abrió su estuche de medicina y sacó un ungüento. Su Jin lo tomó y se lo dio a la emperatriz viuda Zhou.

La emperatriz viuda Zhou no la tomó y solo la miró cuando dijo: "¿Cuándo ha necesitado la viuda hacer personalmente algo como esto?"

Esto significaba que quería que Su Jin aplicara la medicina para Mo Chuan.

Su Jin sonrió secretamente en su mente. La emperatriz viuda aún tenía este temperamento después de todos estos años, queriendo mantener la cara sin importar nada. Ella claramente sentía dolor por su hijo y se preocupaba por él, pero tenía que mantener esa mirada indiferente.

"Emperador, por favor levante su túnica exterior y permita que este sirviente lo ayude a aplicar la medicina".

Mo Chuan negó con la cabeza y dijo: "No es necesario".

Sus ojos se posaron en Xiao Si, que estaba atado al banco, y lo rodeaba un frío que hacía que los guardias que sostenían los palos no pudieran temblar.

"¿Quién lo ató? ¿Quién se tapó la boca? ¿Quién le ganó a esta persona de esta manera? "

Sus fríos ojos barrieron a los guardias.

La cara de los guardias se puso blanca de miedo y todos se tiraron al suelo. Sus cuerpos temblaban mientras se acurrucaban, sin atreverse a hablar.

Porque mientras hablaban, era equivalente a ofender a la Emperatriz viuda. No podían ofender al emperador, pero tampoco podían ofender a la Emperatriz Viuda. Este tipo de estar atrapado entre dos lados, realmente no les dio salida.

"Hei, hei, todos ustedes son bastante atrevidos. Este no ha estado en el palacio por dos días y realmente te atreves a moverte contra la gente de este. ¿Quién lo hizo? ¿Tienes las agallas para moverte contra la gente de este, pero no tienes las agallas para admitirlo? "

Mo Chuan se echó a reír y caminó junto a Xiao Si. Su mano derecha pasó sobre él y la bata que ataba a Xiao Si comenzó a romperse como si hubiera sido cortada por un cuchillo.

"Muchas gracias al emperador por salvarme la vida. Emperador, si volvieras un poco tarde, este sirviente no habría podido verte de nuevo ".

Xiao Si se inclinó y se sacó el paño de la boca. Ignoró el dolor en su trasero y se aferró al pie derecho de Mo Chuan, incapaz de hablar a través de su llanto.

"Usted es la gente de este, moverse contra usted es equivalente a moverse contra este. Ustedes, guardias de perros, que se atreven a moverse contra la gente de este, ¿conocen sus pecados? "

Cuando la severa mirada de Mo Chuan barrió a los guardias, todas estas personas tenían caras pálidas mientras seguían acurrucándose.

"Emperador, misericordia! Emperador, misericordia!

Como la emperatriz Dowager Zhou no pudo ver lo que estaba pasando, el emperador estaba golpeando al perro frente al amo.

Su bastón de cabeza de dragón golpeó el suelo y dijo fríamente: "Emperador, son guardias en el palacio de esta viuda y fue esta viuda la que los hizo atar y golpear a Xiao Si. Si quieres encontrar a alguien por sus crímenes, ¡ven a buscar a esta viuda!

Cuando los guardias escucharon esto, miraron a la emperatriz viuda Zhou con gratitud. Pensaron que la emperatriz viuda era un buda viviente. Con las palabras de la emperatriz viuda, serían capaces de mantener sus vidas.

"Oh, ¿fue la madre quien les dio las órdenes? Me pregunto, ¿qué crímenes Xiao Si ha creado que la madre querría golpearlo hasta matarlo?

Mo Chuan miró por encima de los palos gruesos y pesados.

"Como el confidente más cercano del emperador y el emperador faltaban, en realidad no podía decir dónde estaba el emperador. Para este tipo de sirviente perezoso, ¿para qué sirve mantenerlo? Esta viuda dio la orden de golpearlo hasta matarlo para que el emperador pudiera elegir un sirviente más inteligente ".

"Xiao Si es el sirviente de este, si es perezoso o no depende de este. Madre, para este tipo de asunto pequeño, la madre no necesita preocuparse por el futuro ". Mo Chuan miró directamente a la emperatriz viuda Zhou con una espalda muy recta. Aunque su tono fue respetuoso, su actitud fue muy firme.

Cualquiera podía oír elsignificado en sus palabras.