Puedes intentarlo otra vez (RUSMEX)

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 (las letras en Negritas son recuerdos.)

Bueno te contare, pero sienta por favor, no quiero que te caigas, hueles bastante a alcohol jeje –dijo el mexicano con su típico tono carismático mientras se sentaba enfrente del contrario quien ya había tomado asiento intrigado por lo que el más bajo tenía que contarle. 

Bueno Canadá y yo fuimos pareja, al principio todo iba bien, éramos muy unidos-cuenta lentamente el mexicano recordando las cosas que vivió junto a Canadá.

Es una canción muy linda tesoro, te adoro, ¿lo sabes? – sonreía el canadiense mientras besaba las mejillas del mexicano que acababa de terminar de tocar una canción para su pareja.


Yo también te adoro mi arbolito de maple –sonreía el mexicano mostrando sus grandes colmillos.

Pero como todas las parejas habían bastante celos ¿sabes?- mencionaba el más bajo mientras seguía tomando pero más controladamente mientras el ruso le escuchaba con atención.

Sabes que esto lo hago porque te quiero, ¿verdad amor?- decía el canadiense mientras hacia una profunda marca en la espalda del contrario con sus dientes, lamiendo la sangre restante que había brotado por la fuerza de la mordida, la cual había sido hecha para castigar al latinoamericano.

S-si....Lo sé-mencionaba el más bajo con una voz apagada.

También hubieron bastantes peleas pero, al final siempre paraban –sonreía aun forzadamente el mexicano hacia el ruso mientras pagaban para salir de ese establecimiento.















Lo único que se distinguía en medio de la noche eran dos perlas color marrón brillantes con pequeños matices rojos que miraban directamente hacia un cuerpo dormido. El mexicano se encontraba sobre el cuerpo de Canadá, quien dormía de forma calmada en la cama que compartían ambos, el más bajo sostenía un cuchillo y a pocos milímetros de enterrarlo en la garganta del contrario paro en seco, se apartó del cuerpo dormido y se retiró para dejar el cuchillo en la cocina y volver a dormir.