Ajedrez

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9 de Mayo 2020

Luhan no paraba de repetirme que debía seguir adelante para salir del hoyo en el que nos habían metido, mi cuerpo me dolía de tanto estar sentado en la oficina trabajando horas extras para conseguir una miseria más de dinero, el olor a tabaco seguía siendo bastante fuerte aunque las ventanas estuvieran abiertas y mi cabeza comenzó a palpitar fuerte haciendo eco en mis pensamientos. La noche era fría y nosotros no disponíamos de calefacción congelando nuestros traseros al estar en el suelo frente a la televisión, no podía aguantar otro día estando en esta situación tan deplorable donde me sometía a la ansiedad de mi propia miseria.

—Te comenté que me subirían el sueldo la semana que viene, a ti no te va mejor que yo así que te recomiendo que cierres la boca y te tragues tus palabras.

—Sabes que ellos vendrán el lunes y a nosotros nos pagan mensual, nos falta un poco para completar el bono y dárselos sin reproches.

—¿Y qué quieres que haga? Esta sería la décima vez que pido adelanto, te toca hacerlo tú.

Me levanté molesto del suelo agarrando el encendedor y la cajetilla de cigarrillos para salir de la casa, el frío golpeó mi cara tambaleando por el dolor de cabeza que traía pero sin dudar saqué el cigarro prendiendo de este para llevarlo a mi boca y sentir el calor en mi garganta. La deuda de mis padres por las apuestas nos llevó a la quiebra cuando ni siquiera éramos millonarios, cuando eso pasó me vi en la obligación de abandonar mi carrera para trabajar y pagar esa deuda junto con mi hermano, la primera vez que les dimos el pago incompleto nos metieron una paliza la cual no quisiéramos repetir, en esos momentos sabía que eran peligrosos y que nuestras vidas no valían nada. Nuestros deseos de querer vivir van desapareciendo poco a poco llevándonos a la desesperación de querer ser libres y personas con una vida normal, pero esta era la realidad que nos atormenta día a día para no desaparecer del mapa aún.

Estamos atrapados en un tablero de ajedrez donde mi hermano y yo somos simples y ordinarios peones contra un ejército del equipo contrario, somos los primeros en morir y los que no valen la pena en el juego, siempre damos el primer paso arriesgando nuestras vidas y eso es lo que más me molesta, el estar sometido a este juego sin fin el cual nunca hubiera existido si mis padres no hubieran cometido esas equivocaciones hace años. Me terminé el cigarro tirando la colilla para entrar de nuevo a la casa, solo quería dormir y olvidar que esto estaba sucediendo cada día.

—Perdón por lo que dije antes Luhan, no me he sentido de buen humor últimamente.

—No te preocupes hermano, mientras tengamos fe saldremos adelante.

Fe, había olvidado esa palabra desde que nos dimos cuenta que nunca saldríamos de aquí.

—————

El despertador comenzó a sonar por toda la habitación tapando mis oídos con la almohada, ese sonido se me hizo insoportable hace cinco meses donde con suplicas pedía que lo cambiara porque me parecía irritante, pero solo así me podía despertar para iniciar el día, con pereza caminé la baño para asear mi cuerpo y peinarme sin dar muchos retoques a mi imagen, cuando salí me despedí de Luhan sin desayunar y llegar mucho más temprano al trabajo, el autobús no tardó en llegar teniendo el lugar de siempre y ver el paisaje por la ventana, ese era mi único momento de paz donde recordaba tiempos pasados que me hacían suspirar y sonreír cómodamente, no duró mucho ya que una mochila golpeó fuertemente mi hombro volteando a mirar al causante del pequeño accidente encontrándome con un chico alto de cabellos alborotados y su respiración agitada.

—Perdóname el camión se movió bruscamente cuando me iba a sentar.

Yo asentía con la cabeza sin dejar de mirarlo, ya que al menos medía diez centímetros más que yo y eso que mi altura es promedio, es raro ver a alguien tan alto en el autobús, pero descarté todos esos pensamientos para ver que pronto sería mi parada para bajarme, fueron tan cortos los minutos que le dije al chico gigante si me podía dar paso asiendo que se levantara y se hiciera a un lado, me sentí diminuto cuando me puse de pie tocando el botón y bajarme en la siguiente parada, el chico se despidió de mí pero simplemente no le contesté y bajé dándome aire en la cara.

Vidas pasadas ˗ ˏˋ✦ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora