Historias Cruzadas [BNHA]

Voces...

KIRIKAMI.

Espero les guste!!

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Caminaba por la playa mirando el horizonte. Mi mirada se extendió por donde el sol se escondía dejando paso a las estrellas. Sentía la suave brisa salada golpear contra mi rostro y mover mi cabello de un lado a otro con suavidad, la arena mojada fundirse con mis dedos de los pies, y las gaviotas volar en el anaranjado cielo preparándose para dormir. El agua estaba fría pero, no le di importancia se sentía bien el cómo contrarrestaba contra mi temperatura corporal. En mis audífonos me daban a escuchar las canciones de mi teléfono de forma aleatoria, pero parecía que solo tuviera canciones tristes.

Con mis zapatos en mano camine por toda la playa, quería llegar al muelle. Ese era mi destino, allí olvidaría todo recuerdo que atormentara mi mete. Dejándome llevar por la melodía y las suaves tonadas que Beret cantaba para mí.

Seguí mí camino sacando una foto, en ella aparecíamos un chico de alborotada cabellera violácea y yo. Este miraba la cámara dándome una pequeña sonrisa mientras yo le tenía abrazado por el cuello riendo. Fue nuestra primera foto como pareja.

-Pensé que nunca me dejarías... - dije al aire - pensé que siempre estarías a mi lado...- mordí mi labio evitando soltar las lágrimas. - nunca pensé que me cambiarías por alguien más... Te odio pero... te sigo queriendo. - no lo pude evitar y una solitaria lágrima resbaló por mi mejilla.

"Tranquilo, yo estoy contigo, siempre lo estaré..."

Esa voz en mi cabeza era lo único que jamás me abandona. Ha estado conmigo desde los 6 años, me da consejos, me cuida y siempre me habla. Es parte de mí, yo soy lo único que tiene y ella es lo único que tengo.

Fui un tonto por no hacerte caso... - dije sabiendo que me respondería en cualquier momento. – perdóname por no creerte.

"No importa, te perdono... ¿Podemos seguir caminando? Me gusta esta vista..."

Asentí. Seguí caminando.

Las olas golpeaban la costa, las nubes seguían su rumbo al tan lejano e ilustre horizonte, era hermoso. Mire como el sol tan imponente y esplendido se escondía tímido de que la luna lo viera, ya estaba anocheciendo y yo seguía en aquella solitaria playa. El muelle estaba solitario, no había nadie que me mirara liberar mis lágrimas. Las estrellas una a una fueron apareciendo. De seguro si él estuviera aquí no permitiría que me viera así.

Pensando en tantas cosas que me hiso, me odie por un momento. No sé cómo pude perdonarlo tantas veces, tantas lagrimas, tantos engaños, tantos errores. Dicen que "El que te ama te hace llorar" pero basta de lágrimas. Esto no es sano, no es bueno para mí, ni para nadie. Podía sentir que mi cabeza explotará en cualquier momento. Yo no soy así.

-Siempre tengo que sonreír, - me recode. Tome aire. - siempre tengo que demostrar que no me lastimaron. Siempre aparentar algo que nunca fui. Tengo que ser fuerte... – me dije a mi mismo limpiando los surcos de lagrimas en mis mejillas.

"Somos fuertes si estamos juntos..."

Me coloque mis zapatos y salí de aquella playa con la hermosa voz de Beret deleitar mis oídos. Ahora me arrepiento de ser tan fan de él. Sentía mis ojos picar y trate de tragar el nudo en mi garganta que amenazaba con asfixiarme. Camine rápido por las calles limpiando mis ojos, las lágrimas caían en picada como cascadas de estos. No tenía la culpa, pero me sentía horrible.

Corrí y corrí sin rumbo fijo. Quería estar solo, no quería que me vieran así, sería la burla. Pare en la entrada del parque que queda a unas cuadras de mi departamento respirando agitado y con un punzante dolor en mi pecho. Beret volvió con otra de sus canciones corta venas, era mi favorita pero en estos momentos me destrozaba. "Ojalá" comenzó a sonar en mis oídos y mis lágrimas aumentaron.