Tiempo...

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Habia pasado una larga semana para todos luego del funeral, mas sin embargo la mas afectada se había sobrepuesto fácilmente según algunas personas, lo cual no era cierto porque la joven sabia perfectamente que ese "accidente" no era tal, sabia que era provocado y en su interior crecía una  ferviente furia y odio hacia quien fuera que lo provoco, había vuelto a su trabajo de hecho justo en ese instante esperaba junto a kagome su compañera en la oficina de su jefe  a que este volviera con las carpetas del caso del "Demonio blanco" ellas estarían encargadas de infiltrarse en esa organización dirigida por aquel hombre el cual decían era un hermoso adonis y tenia muchas mujeres a su favor  

Rin: ¿Que piensas del nuevo trabajo a nuestro cargo?

Kagome: Pues me pone nerviosa, estaremos arriesgando la vida 

Rin: Supongo, aunque ¿como entraremos?

Jefe: Se harán pasar por prostitutas en el bar al que siempre asisten los hermanos taisho, tu rin iras a por el pez gordo recabaras toda la información en el periodo de 8 meses  y tu kagome te encargaras de hacer hablar al pez pequeño de los hermanos taisho, esos hijos de perra jamas dejan rastro pero con vosotras adentro no se libraran fácil -las observa fijamente- ahora kagome sal de aquí -le entrega una carpeta con la información de el menor de los hermanos taisho-

Kagome: A sus ordenes señor -se levanta y hace una pequeña reverencia  para luego tomar la carpeta e irse-

Rin: -se levanta para hacer lo mismo-

Jefe: Espero que tus problemas familiares no afecten tu trabajo -severamente- ten -le extiende la  carpeta de mayor de los hermanos taisho- puedes irte

Rin: Si señor -toma la carpeta lo reverencia y camina a la puerta para irse-

Muy lejos de allí....

Un hombre observaba la foto de una pelicastaña mientras sonreía de forma sádica y perversa, sus bellos ojos dorados denotaban una lujuria y obsesión tan grandes que era incapaz de excitarse tan solo con una foto de aquella chica de nombre tan delicioso como su dulce voz era incapaz de no reaccionar ante esa foto con un gran bulto entre sus piernas y entre toda esa obscuridad en aquella oficina gimió su nombre  mientras cerraba sus ojos de un dorado intenso y soltaba su hermoso cabello plateado 

Sesshomaru: hay mi hermosa rin, vendrás a la boca del lobo- sonriente.









Policías y ladrones (pausadas)Where stories live. Discover now