Capítulo 1.- Una nueva Legión.
Año 2075 después de la conquista.
En la ciudad de Sarátov, las legiones Jägger junto con infantes del ejercito de Aegis estaban realizando una cacería tras descubrir por medios de espías infiltrados, una guarnición de la quinta legión que controlaba la ciudad.
Aquel grupo se encargaba de abastecer de armas, tráfico de drogas y otros tipos de elementos que son difíciles de encontrar en el mercado común del nuevo orden mundial.
Sin embargo el asalto por el ejército global, terminó en una batalla que se extendió por 3 días seguidos, expandiendo en toda la ciudad.
Terminando por traer una tropa de 120 legiones Jägger, acorralando a los terroristas a punta de bala, sangre y gritos de miedo e ira por parte de los combatientes y habitantes de aquella ciudad, que poco a poco se destruía por la batalla.
Entre calles y pasillos una joven familia que pertenecía a la quinta legión corría entre callejones escondiéndose de las máquinas y las balas.
– Papá: ¡Corre Tobi! - Decía mientras se asomaba para avisar a su hijo que no había nadie en la próxima calle.
– Mamá: ¡huye! - Gritaba miedo mientras encubría a su hijo, apretaba el arma que portaba como defensa para los soldados que aparecieran de improviso.
– Mamá: Huye de aquí lo más que puedas mientras, tu padre y yo te encubrimos.
Tobi era un joven de 14 años, flaco como si la peste negra te volviera a tomar, se escabullía entre los callejones, se asomaba entre unos botes de basura.
El sudor de su frente y la falta de aliento le daban aviso que estaba en el límite de agotamiento, pensaba que los simulacros reflejarían como sería una verdadera batalla. Pero tres días de refriega, balas y ver cuerpos bañados en sangre, nunca pensó que superaría su imaginación. Las botas de soldado, y un morral de militar antiguo le daban peso extra a su flacucho cuerpo, su frente sudada y el casco que lo protegía de cualquier incidente que le callera en sima o alguna bala loca que se atreviera a matarlo lo cubriría perfectamente de su muerte. Sentía el peso de su vida en riesgo, la realidad había superado su mente hace 2 días y el terror lo había invadido, las imágenes que vio a lamentaran sus pesadillas a futuro.
– Tobi: Ya no puedo más. - inca las piernas para descansar, el sudor en su frente caía rodando por sus mejillas.
Se reunía con sus padres cuando escucha los gritos de un joven.
– ¡Cuidado, viene la legión Jägger! ¡Huid de aquí rápido!
Los demás que se encuentran en el lugar corren despavoridos perdiendo el contacto y la visión de sus padres.
El pánico se apoderaba del pobre flacucho, comenzaba a temblar e hiperventilarse. Los gritos de la gente no hacían más que empeorar la situación.
– ¡Mierda! ¡Hay que huir de aquí!
Tobi al escuchar esas voces inclina la cabeza por todos lados, en eso las explosiones de los cañones de protones retumban en la cuidad de Sarátov, en eso Tobi inclina la cabeza para, mirar al cielo cuando ve a cientos de máquinas frente a él, dispersándose en el aire por toda la ciudad.
Al ver la gran tropa de robots Tobi corre en dirección contraria.
– Debo advertir a mis padres de esto, debo encontrarlos. –Decía mientras corría entre muros en el medio de la multitud.
Una balacera comenzaba a surgir en la calle, hiriendo su hombro izquierdo. Se ponía en cubierto mientras gritaba del dolor, respiraba agitado mientras intentaba ver su herida; se desabrochaba su chaqueta mientras veía como aquella bala le dejó un agujero que no dejaba de sangrar.
