Capítulo 2.
En el espacio, un crucero transita alrededor del planeta tierra, tiene un tamaño de 50 kilómetros de largo, y 25 kilómetros de alto, escoltado por naves inferiores a su tamaño, la gran arca Olimpos puede albergar a 12 ciudades pequeñas y 4 ciudades grandes, teniendo todo un sistema atmosférico artificial, sus dos pisos exclusivos de cultivo y producción de alimentos para abastecer a quienes viven en aquella nave. Aquel crucero se alimenta de energía captadas por fotones de luz solar por medio de un sistema de captura, teniendo como motor secundario un generador de protones magnéticos que protege a la gran arca de la radiación solar, teniendo su propio campo electromagnético.
Además este tiene un sofisticado ciclo que se sincroniza con la luna, ya que este satélite artificial está siendo explorado y habitado en ella teniendo la construcción de un cuartel general para el entrenamiento y fabricación de equipos de defensa elite para enfrentar las amenazas del arca y los habitantes de la tierra.
Dentro del gran arca, en el gran salón de aquel cuartel de mando de la nave, se desarrollaba una reunión para organizar un ataque a la cuidad de la fe.
Giancarlo Ikiku, un hombre de 40 años había pasado sus tiempos en la gran nave del arca desde que despegó desde Australia 20 años atrás. Se había vuelto un hombre culto, seguro, varias canas ya se asomaban por su cabellera corta, vestía una negra gabardina la cual le daba juego con su vestimenta militar. Ingresaba a la gran sala caminando firme y seguro, dejando atrás el sonido de sus pasos producido por sus botas. Teclados y sonidos de zondas se escuchaban al interior de la sala. El hombre apreciaba el panorama del lugar, notaba ver que se encontraban la mayoría de los integrantes citados.
En la sala se encontraba el teniente Philip Andrew, un reconocido piloto que estaría al mando de un escuadrón de unidades Ronin, junto al cadete Ikher Fragataz, otro distinguido piloto que se ha destacado en batalla por su estrategia y buen actuar en las misiones de recuperación de territorio dentro de Asia y parte de Europa. Ambos vestían sus respectivos uniformes, firmes, Philip llevaba el pelo negro y largo tomado en forma de un tomate, hacia caer un poco de sus mechones, combinada con su seducción de piel morena, ojos marrones oscuros, al observarlo pensaras que esconde secretos muy profundos en su mirada, respetuoso con sus compañeros pero su actitud cambiaba cuando se trataba de trabajo y más en batalla.
Ikher mantenía una postura más pasiva, sin embargo era un hombre más culto, se encontraba sentado de piernas cruzadas leyendo un informe el cual reflejaba sus lentes de contactos. De piel pálida, el pelo rubio, corto y ordenado lo hacían ver como un hombre de poca sociabilidad. Junto a Ikher se encontraba Yarin Blackslayer, una joven piloto aprendiz quien se integraba al gabinete de pilotos de Giancarlo. Viste el clásico uniforme militar masculino, su figura femenina nos e podía observar con detalle ya que aquel uniforme militar impedía ver su figura. Cabello castaño claro, ojos pardos de un tono rojizo, contrastaba con su delicada piel lechosa, nariz respingada, pocas veces se le veía con maquillaje, su mirada cambiaba a una mujer seria, excéntrica al contrastar el sombreado de su maquillaje, resaltando más el color carmesí de sus ojos.
- Giancarlo: Creo que están todos en la sala, solo falta que lleguen nuestros superiores. -Se sentaba mientras revisaba su informe preparado con el plan a evaluar.
- Ikher: Si me permite consultar antes de evaluar mi superior; ¿Cuál es el objetivo de esta misión? ¿Por qué se ha esperado tanto a realizar esta operación?-preguntó el joven levantándose de la mesa para prepararse un café.
- Giancarlo: El motivo de la operación es por el alto nivel de actividad que tiene el enemigo en estos momentos. –contestó, mientras evaluaba las palabras en la pantalla. –Ellos piensan que estamos en un momento de evasión, en una posición defensiva salvo guardando el bienestar de nuestra sociedad. Además, sería muy inhumano pensar en usar todo nuestro arsenal bélico, teniendo otros medios como la disuasión y la diplomacia, recuerda como nuestra nación, lo que es ahora, gracias solamente a esas dos acciones.