100 ways (Markson)

100 ways

—Rey Jackson, mi rey, ¡lo encontramos, lo encontramos! —Uno de los sirvientes habló con emoción. Estuvieron buscando por cerca de diez años. Ahora lo habían encontrado.

—Llama a Jinyoung y preparen un equipo de reconocimiento. —Habló.

El siervo solamente asintió y se fue. Jackson miró al techo de su palacio, divinas pinturas adornaban, pero lo único que él podía pensar era en que, si su plan funcionaba, podría volver a verlo. Podría volver a tenerlo en sus brazos. Podría volver a besarlo, abrazarlo y poder amarlo de nuevo.

Pasaron cerca de veinte minutos. Jinyoung llegó presuroso.

—Dijeron que me buscabas, escuché el rumor de que lo encontraron, ¿es cierto? —mencionó el hombre, era inteligente, atractivo, un confidente que desde hace años había estado con Jackson, desde que el rey pudo salvarlo.

—Dicen que está en las profundidades de los bosques prohibidos. —mencionó Jackson bajando la mirada.

—Mi madre nunca lo hubiera puesto tan fácil, ella los unió y ella te lo arrebató. Las técnicas que utilizarás son oscuras, quizá tengas que pagar un precio demasiado alto, y no podemos arriesgarlo, su majestad. —Dijo Jinyoung con seriedad.

Por eso era el consejero del rey. Desde que sus padres habían muerto, Jackson se dio a la tarea de levantar su reino, sabía que no podía hacerlo solo y buscó ayuda, en su investigación dio con ciertas técnicas y ciertos lugares, pero no había podido localizar lo que buscaba, y sin esperarlo, encontró a Jinyoung y se aliaron para encontrar lo que ambos querían.

—Lo pagaré, haré cualquier cosa. —Mencionó el rey. —Prepárate, nos iremos antes del anochecer.

Montaron sus caballos y se dirigieron a aquel lugar, fue un viaje de tres días. Descansaban y acampaban por las noches, pero el rey tenía una misión y no quería fallar.

Fue allí cuando encontraron el bosque prohibido.

Los troncos de los árboles estaban secos y caídos, la tierra era tan infértil que se volatilizaba con el paso de los caballos.

Los guardias bajaron y fueron a verificar los alrededores, Jackson bajó de su caballo y ayudó a Jinyoung. A los alrededores había rocas que fruncían como lapidas.

—Hay energía muy oscura en este lugar. —Mencionó Jinyoung, no estaba seguro de que fuera un buen lugar para estar, menos para el rey.

—Es tu gente, Jinyoung, les has enseñado los hechizos que conocías, hemos buscado por mucho tiempo, no me importan las consecuencias, lo vamos a encontrar. —Mencionó el rey mientras caminaba y se adentraba en el bosque.

Vio a los siervos de Jinyoung hacer ciertos movimientos de manos, estaban recitando un hechizo corporal, Jinyoung los observó orgulloso, él también había heredado parte de la magia de u madre y había enseñado a los demás a usarla.

De repente un espeso humo comenzó a salir, volaba en el aire. La visibilidad se volvió nula, incluso Jackson y Jinyoung juraron que el cielo se oscureció más. Jinyoung pudo jurar que la luna los veía y no estaba nada contenta.

La arena del reloj había caído demasiado rápido para un amor que lo tuvo todo, el reloj no se detuvo y Jackson juro buscar ese amor hasta el final. Había escuchado tantas veces las frases "no malgastes tu tiempo en un amor que se fue, porque una vez que se va, nunca volverá".

Porque había cien formas de irse, de olvidarlo, pero el rey sabía que no dejaría escapar ni un minuto más, porque sabía que iba a encontrarlo, porque era lo único que necesitaba.

Jackson se unió al ritual, hizo los movimientos suaves que Jinyoung le había enseñado. Los siervos le siguieron, ellos darían lo que fuera para que su mentor estuviera orgulloso y su rey consiguiera lo que quería.

Era la última oportunidad y Jackson daría todo lo que tenía.

—¿Está seguro de lo que hará? —preguntó Jinyoung con cierta preocupación, se venía algo grande que ya nadie podía detener.

—Lo amo, no voy a culpar a nadie, voy a encontrarlo...

De repente el suelo donde estaban parados empezó a temblar y una tumba gloriosa surgió del suelo.

Los siervos se emocionaron y Jackson sonrió. Ellos siguieron con su hechizo. El rey pronto conseguiría lo que estuvo buscando por diez años. No sabían si la tumba era eso, o una prisión, pero ninguno se detuvo.

Y justo cuando el hechizo daría final, Jackson lo hizo solo. Movió sus manos con rapidez e invocó al cuerpo que residía en la tumba.

Ésta fue abierta y de dentro surgió un hombre, un hombre verdaderamente hermoso, con cabello negro y facciones masculinas, pero elegantes. Sus ojos se mantenían cerrados.

Jinyoung abrió la boca al verlo. Jackson se acercó, necesitaba saber si era una ilusión.

Lo había encontrado.

El cuerpo del hombre caminó con una seriedad en el rostro, era impecable. Parecía una marioneta. Su ropa era tan blanca con la luna, pero las cadenas que lo mantenían atado seguían en él, en su pecho, evitando huir de su condena. Jackson tenía que liberarlo.

Jackson y el cuerpo del hombre se quedaron viendo, frente a frente, y luego caminaron en círculo, analizaban a la "presa". El hombre estiró su brazo y Jackson pudo sentirlo, el rey tocó la mejilla seria de aquel cuerpo frío. Y pudo sentirlo como algo muy real.

Tomó de la mano al hombre y lo mantuvo entre sus brazos, lo estrujó como si lo hubiera esperado por años, y por fin se pudo sentir completo. Fue en ese momento donde empezó a hacer otro hechizo.

—¿Qué haces? —preguntó Jinyoung al ver que el rey hacía una técnica de liberación. —Mi madre sabrá que estamos aquí.

—No importa. —Mencionó Jackson completando la técnica final.

Había esperado por muchos años, al fin lo tenía entre sus brazos y jamás lo dejaría ir. No de nuevo.

Fue cuando el cuerpo del hombre empezó a deslizarse por el suelo, alguien había abierto un portal en el piso que estaba absorbiéndolo.

—Jackson quítate de allí. —Mencionó Jinyoung acercándose, pero sus siervos lo detuvieron, era peligroso acercarse al portal.

—¡Mark! —gritó Jackson al ver que el portal le quitaba lo que más quería una vez más. Luego observó a Jinyoung. —No lo volveré a perder, te prometo traernos de vuelta, mientras tanto, Jinyoung, eres el nuevo rey.

Jackson se quitó su corona y la arrojó a Jinyoung, Jinyoung abrió los ojos y suplicó que nada malo pasara, habían tardado diez años en encontrar a Mark, no podían quitárselo, y no podían llevarse a Jackson con él.

Mientras, Jackson desapareció detrás del cuerpo del hombre. Irían a una nueva y desconocida aventura.

Continuará...

Antes que otra cosa, este fic está dedicado a Majo T. :D Gracias por mostrarme al Markson y hacerme creer que el amor existe, otra vez.

Suelo actualizar seguido, pero esta historia tendrá capítulos lentos y será muy corta. Es mi primer fic de GOT7, gracias por leer. (P.D. 100 ways es mi canción favorita de Jackson y la razón por la que terminé involucrándome en este fandom)