Not by the moon

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"Esta historia comienza en un reino de un país lejano, de nombre Lullaby, con un encantador príncipe, era tan guapo que ya nadie se cuestionaba de dónde lo había heredado. Era apuesto, talentoso, divertido e increíble. El príncipe Jackson era amado por todos.

Por ende, tenía a muchas doncellas y también donceles a su merced, esperando a que el príncipe los mirara.

Pero Jackson nunca pareció sentirse atraído por nada, ni nadie. Pronto heredaría el reino y para eso debía desposarse. Su familia había mandado llamar a todas las princesas a un festín. La fiesta de Jackson sería la más grande en la historia.

Jackson temía hacer una mala elección, y una semana antes de la fiesta, salió al balcón de su habitación, observó la noche y suspiró.

Vio a su única inspiración: la luna. Blanca y brillante, tan perfecta, siempre caminaba con ella y aunque no estuvieran tomados de la mano, Jackson sentía un gran amor por su musa.

—¿Por qué no eres una persona con la que me pueda casar? Estoy seguro de que mis padres aceptarían que me case con la luna... Sería más feliz. — Jackson suspiró, deseaba ser feliz por un instante, quería encontrar un poco de paz.

Luego volvió a su habitación dispuesto a buscar una solución. Lo que no sabía es que había gente que lo había escuchado.

Los monjes consejeros de los reyes, estaban presentes, y fue cuando a ellos se les ocurrió la brillante idea de "secuestrar" a la luna.

Con magia negra bajaron a la luna del cielo y decidieron cumplir el deseo del príncipe Jackson, hacer a la luna una linda doncella.

Pero la luna no se dejó. Ella puso sus restricciones.

—Enviaré a dos de mis hijos, los dos hombres más guapos que el príncipe haya visto, el príncipe tendrá que elegir a uno, ellos estarán encadenados, ellos no serán libres hasta que Jackson haga su elección. — La luna fue complaciente, pero también tenía sus requisitos. —Cuando Jackson elija, él le dará veneno al que no fue elegido y lo matará.

La luna se encargó de darle una botella a los monjes para Jackson. Y con ese prólogo iniciaba la peor semana.

Al día siguiente dos hombres fueron arrastrados al castillo, arrodillándose ante los reyes. Ambos vestían de blanco, con arneses en forma de cadenas. Impresionantes y guapos. Elegantes y educados.

—Mi nombre es Jinyoung— mencionó el primero, era increíble y sensual. Siempre mantenía la cabeza en alto.

—Yo soy Mark— habló el otro, seguido de una mirada acusatoria por parte de los reyes.

—Mi hermano y yo somos príncipes que buscan desposar al príncipe Jackson, nuestra madre, la luna, ha dicho que llenará de bendiciones a la familia real si el príncipe elige a uno de nosotros. — Jinyoung explicaba de forma elocuente que parecía encantar a los reyes. Mark se mantenía callado.

Fue cuando Jackson entró a escena. No pudo evitar dar con los ojos de aquel chico que vestía de blanco, con enormes mangas y cadenas en su pecho. Era deslumbrante. Jackson jamás se había sentido tan atraído a alguien. Fue cuando vio al otro muchacho, seguramente de su edad, con gran discurso y porte.

Jackson oyó la petición de los dos hombres y cayó en cuenta de su deseo a la luna había sido cumplido, pero el problema era ¿Por qué había mandado dos?

Tendría que conocerlos, y enamorarse de uno, de igual forma podría rechazarlos y, en su fiesta, encontrar alguien mejor.

Pero fue hasta el tercer día en qué los monjes se acercaron a Jackson y le explicaron que debía matar a uno de los dos hijos de la luna con veneno, mientras el otro sería liberado de sus ataduras. El príncipe se negó, no podría elegir tan pronto y no podría matar nunca.

100 ways (Markson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora