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Jackson sintió que vomitaría, sintió que giró miles de veces y su cuerpo le dolía, tomó fuerzas mientras trataba de alcanzar el cuerpo de Mark que se desvanecía en la oscuridad, cuando finalmente tomó el cuerpo del chico, el rey pudo abrir los ojos.

—Te encontré. —mencionó con suavidad.

Jackson no pudo levantarse, pero sabía bien que tenía la mano de su amado entre sus manos y que jamás la soltaría de nuevo. Aunque quizá la persona que estaba frente a él no era el pelinegro que conoció, pudo reconocer esas bellas facciones donde fuera. Su Mark ahora era rubio.

Pero al final, él estaba bien, él estaba tomando su mano y estaba frente al rey.

—Jackson. Llamaré al doctor, esto es un milagro. —Mark soltó su agarre y salió de aquel lugar.

Jackson suspiró. Observó con pesadez, era un cuarto blanco con aparatos que hacían mucho ruido, su cuerpo le dolía, pero no era nada comparado a una caída de caballo o el dolor de haber perdido a Mark contra la luna.

Un señor con una bata blanca entró al cuarto y empezó a tocar a Jackson. El chico suspiró casi indignado, él era un rey, cómo osaban tocarlo con tanta confianza.

—¿Cómo te sientes? —mencionó el doctor.

—¿Dónde está Mark? —preguntó el rey.

—Tu familia estará aquí en cuanto yo termine el diagnostico, ¿sabes qué te pasó? —preguntó aquel hombre con seriedad anotando cosas en una hojas.

—Uh, no recuerdo, sé que un portal me tragó y cuando desperté yo estaba viendo a mi futuro prometido, en cuanto regrese a casa me casaré con él para gobernar juntos. —Jackson habló con emoción, pero al parecer había dicho mucho y algo sin sentido.

El doctor lo veía con preocupación.

—¿Gobernar? —cuestionó el doctor.

—Sí, soy un rey, rey de Lullaby, un reino a las orillas del Bosque Prohibido. ¿Nunca ha oído de él? —preguntó Jackson. —Es el pueblo de la maldición de la luna.

—Ok, necesito hacer estudios en tu cabeza. Quizá necesitemos unas tomografías. Pero por tu vívida imaginación, creo que te sientes bien, si hubiera algún problema con tus sistemas, creo que ni podrías hablar correctamente. —Mencionó el doctor. —Eres un milagro, no puedo explicarme cómo es que sobreviviste. Las probabilidades eran demasiado bajas.

Jackson guardó silencio. Después de haber pasado por ese portal también se sorprendía de estar vivo.

—Necesito a Mark. —dijo Jackson con seriedad.

—Le diré a dos miembros de tu familia que pasen. Estoy seguro de que estaban muy preocupados. —habló el doctor.

Jackson se veía demasiado bien como para un hombre que acababa de despertar de un fatídico accidente que lo dejó dormido por tres días.

—Familiares de Wang, pueden pasar dos a verlo. —Mencionó el doctor.

—Iré yo. —mencionó Jinyoung limpiando sus lágrimas.

—Y yo también. —Mencionó Jaebum suspirando.

—Ustedes son los padres ¿correcto? —preguntó el doctor.

—Sí. —ambos asintieron.

—Perfecto, aunque el joven pide por "Mark", ¿es alguno de ustedes? —cuestionó.

En la pequeña sala de espera, Youngjae acompañaba a Jaebum y a Jinyoung con paciencia, Bambam se dedicaba a abrazar a Mark, Mark había tenido dos "crisis" donde cerraba los ojos y lloraba, eran más comunes en la noche, Bambam no quería soltarlo, no lo decía pero estaba preocupado por Mark y por Jackson.

100 ways (Markson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora