AHOGA TUS PENAS
Llora, pero llora por ti, por todas esas veces en que te dejaste humillar. Por todas esas palabras que no pudiste gritarle. Por todas las mentiras que por amor le creíste. Golpea las paredes, muérdete los labios, no salgas de tu casa. Pero no lo dejes regresar contigo, ni tampoco salgas a buscarlo. Duele, por supuesto que te va a doler hasta el alma, pero es mejor que te vayas haciendo a la idea.