LA BELLEZA NO PUEDE SER RACIONAL
Fue el único pensamiento que se cruzó por mi mente, como una polilla gorda o una comezón imaginaria, cuando me dijeron que me habían expulsado del colegio, que la profesora no necesitaba mis disculpas y que ya no me necesitaban deambulando por los pasillos.
Y yo, que justo ese día acababa de finalizar un libro sobre la "Historia Universal De La Belleza", no podía pensar más que en esa lectura que con el afán impulsivo de rata hambrienta logré entender. Era una lectura un tanto difícil, entrecortada, pero tenía exageración abismal en mi corta experiencia como lector, más que el conde de Montecristo o los detectives salvajes, y eso ya se salía de todos mis parámetros.
Así que cuando la profesora de inglés me quitó el libro con la brusquedad de alguien que arranca una mala hierba, mi única reacción fue decirle que era una vieja desgraciada. Recuerdo que después de decir eso solo sentí 2 cosas, uno, la liberación de un gran peso que llevaba desde que ella empezó a dictarme clases y dos, los murmullos entre risas y asombro por parte de mis compañeros de clase.
Por aquel entonces tenía la certeza de que ella ya estaba a unos días de pensionarse, y sabía que si no se lo decía en ese momento, delante de todos mis compañeros, ya no podría hacerlo jamás, y esa rabia de desahogo reprimido me haría más mal que bien a lo largo de la vida, dejándome, quién sabe, secuelas irreparables en mi subconsciente.
-Tus padres tienen que venir mañana por la mañana a retirar tus papeles- me dijeron.
Y yo, que aún seguía pensando en mi libro y en lo irracional que era la belleza, o en la belleza de o irracional, solo pude reaccionar encogiendo los hombros y pensando cual sería la reacción de mis padres. Arrastrando los pies y sin mirar a nadie salí tarareando una canción, como si la expulsión no me importara en lo más mínimo.
Me dirigí a una parada de bus y me subí en el primero que apareció, porque en ese momento a mi casa no me iba ni porque me pagaran. No me importaba que tuviera que recorrer toda la ciudad hasta que fuera la hora de llegar a mi casa, así tal vez lograría despejar algunas incógnitas que tenía en base al libro y también pensaría en cómo les diría a mis padres que me habían expulsado. Y además también le tenía miedo a la paliza que me daría mi mamá, porque de cultura general no entendía mucho, pero con una chancla en la mano era campeona mundial.
Al subir al bus caí en cuenta que no llevaba dinero así que tuve que pasar por la pena de pedir que me llevara gratis, por suerte el conductor era buena gente y me llevó. Al rato subió una viejita muy elegante al parecer iba a una reunión importante, iba con una sonrisa digna de una mujer que vivió sus años de juventud de la mejor manera.
El bus tronó varias veces antes de suavizar la marcha y un tipo flacuchento, parecido a cierto personaje de comic de condorito, sacó una radio a pilas y puso cumbia a todo volumen. Quise mirarlo con odio, desearle la muerte, pero toda mi ración de odio lo desperdicié en el insulto que me costó la expulsión, así que al final solo puedo despreciarme a mí mismo por saberme la letra de aquella ridícula canción.
Un sujeto sospechoso acababa de subir al bus con el pelo grasiento cubriéndose parte de los ojos, llevaba una chaqueta negra de cuero y los dedos llenos de anillos. Contuve la respiración y luego la deje escapar aliviado cuando el sujeto ignoro el asiento que estaba a mi lado y se sentó junto a la anciana y empezaron una conversación sobre plantas de interior los quede mirando un rato y unas cuadras más adelante se subía una mujer igualita a la mona lisa iba de negro como el personaje de recuadro y la lógica de los asares quiso que se sentara al lado mío. El sistema nervioso me dio un vuelco cuando me dedico su famosa sonrisa de alguien que sabe todo tu pasado y entonces volví a pensar que la belleza no podía ser sino una causa irracional de las cosas, ni siquiera explicable en un verso, porque entonces no podrían ser bellas y racionales.
Justo cuando deje de pensar en eso el bus volvió a sonar como si se fuera a varar, pero en vez de eso comenzó a elevarse y de pronto estábamos suspendidos sobre la ciudad.Me quite los audífonos y me di cuenta que el flaco estaba escuchando "la cigarra" en la famosa versión de mercedes sosa.
-¿qué número de bus es esta?- me atreví a preguntarle a la mona lisa, quien respondió que se trataba de la 1.61
-¿161?- repetí
Ella dibujo su sonrisa
-No. Uno punto sesenta y uno
De la nada subió un hombre joven que cargaba con una jaula llena de palomas y me hizo recordar a un personaje de la serie animada Hey Arnold. El hombre se detuvo al lado de nosotras y quiso saber si estábamos interesados en alquilar una paloma. Le pregunte que hacían y me respondió que las había entrenado para enviar poemas a cualquier parte de la ciudad, sin importa el clima.
Le dije que quizá para otra ocasión, que ahora no tenía a nadie a quien enviarle un poema y que, de todas formas, nunca había escrito uno, por lo que el hombre se dirigió a la anciana y su sospechoso acompañante, quien si arrendo una paloma, lo que me hizo cuestionar un montón de cosas sobre la construcción de los estereotipos.
Entonces la mona lisa me pregunto que para donde me dirigía y yo solo le dije que tome el bus porque me expulsaron de colegio y no quería llegar a mi casa. Y entonces, sin saber por qué ni con qué fin le dije que estaba convencido de que la belleza era la cosa más irracional de mundo.
-Que hermoso eso que dices.
Mona lisa abrió la boca para decirme algo mas pero nunca padre saber que iba a decirme, porque alguien me empujo por detrás hacia el corazón mismo de vacío, y de pronto estaba en la clase de inglés, rodeado de mis compañeros, y el libro sobre la historia universal de la belleza a modo de almohada
-¿Quién me despertó ? – reclame y todos se empezaron a cagar de la risa menos la profesora y yo, quien me miraba con la arrogancia propia de la autoridad minimizada por lo que supe al instante que había sido ella.Sentí un jirón de odio totalmente racional ascendiendo por mi estómago de hecho hasta la garganta como una serpiente o una medusa.
-Aquí se viene a estudiar, no a dormir...
Y luego hasta la lengua
- ¡vieja desgraciada!Pd:
Esta no es del todo mia, la encontre en internet y la edite y ahora la subi aquí