Capitolo Uno

15 3 0
                                    

Corazón dormido

La lluvia caía arruinando todo el peinado que me había costado hacer por minutos.
La gente corría apurada para no terminar mojada y yo solo esperaba a la persona que prometió recogerme hace media hora.

Desesperada entro a un local que estaba cerca del lugar del encuentro.
El vendedor se me quedó mirando, su cara de desagrado me escanea por minutos y una sonrisa llena de criticas se asomó en su cara.
Volteo los ojos manteniendo las ganas de contestarle mal.

Agarro cualquier snack que encontré y empiezo a ir hacia el señor que hace minutos me observaba. Le sonrío y le doy lo que quiero comprar. Su cara de desagrado por haberme tocado de sin culpa el dedo me quitó toda la paciencia que tenía y mi boca se abrió.

-señor, ¿qué le sucede? ¿Tengo sarna? Tenga cuidado, hombre, porque si se descuida le esc...- mi discurso fue completamente interrumpido por una voz muy bien conocida.

-lizzy, que linda tú. Te estuve buscando hace 5 minutos, apura un poco con el señor y ven.

Eric, Eric. A veces pensaba que lo único lindo que tenía este hombre era su físico.
Un alemán gigante, rubio con musculatura fenomenal.
Nos encontramos por primera vez en una fiesta que hizo una amiga. Ella me decía que debía de conocer a un chico nuevo y olvidar mis problemas un poco, me presentó a este hombre con lagrimas en los ojos para que lo aceptara.

- Me dijiste que llegarías hace más de media hora, dale, cuéntame eso de que lo alemanes son muy puntuales- mis ojos se colocaron en blanco por la desesperación -mi cabello se arruinó, ese señor me miró como vagabunda y ¿tú solo vienes a decirme que yo fui la que se olvidó del lugar de encuentro?

Su mirada estaba en blanco, no me miraba y no entendía en que había hecho mal.

Él me desesperaba, cuando nos conocimos fue todo tan fugaz que realmente ya ni me acuerdo porqué salgo con él, pero realmente se preocupa por mi, por eso no lo veía como mala persona.

-apurate un poco, vamos. Que ya la reservación va a caducar- Su acento español no era perfecto pero eso no le impedía nada, tenía una empresa presentable, era arquitecto y su empresa tenían varios socios, yo era una de ellas.

Mi amiga quería que al terminar mi carrera de arquitectura tuviera mucho éxito y este bombón como se refirió ella, me iba a dar lo que necesitaba.

Soy realmente feliz con él . Nunca pensé que esta relación iba a llegar a ser tan bonita. Él es muy gruñón y serio, todos debíamos de ajustarnos a sus normas y se caracterizaba por ser ambicioso e inteligente, vamos, no solo su físico era atractivo; él era lo que muchas mujeres querían por el intelecto y la forma de conquistar. Él es un alfa completamente dominante, como decían muchas y me hacía ver como la indefensa mujer que atacaba puras ordenes.

Yo soy tan gruñona como peleona, mi hermosura se va cuando algo me ocurría de una manera no esperada, mis amigos siempre dicen que soy la que trae luz a nuestro grupo social pero al colocarme brava era la que más le temían. Aunque todos me dijeron que con Eric cambié completamente, ya era más calmada y fácil de llevar, cosa que me preocupaba porque trataba de guardar mis enfados para no molestar el carácter de Eric.

●●●●●

Habíamos llegado al restaurante, "la esencia española" muy buen restaurante y era nuestra tradición, cada viernes reservamos una cita en este restaurante para decirnos todas las noticias buenas que hay en nuestro negocio.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los 15 Latidos del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora