Llore aquel día en público cuando te llame por teléfono para preguntarte algo y cuando pensaste que me habías colgado y que yo había colgado, supe que estabas con esa mujer. Y me sentí tan mal, muy mal. Y como una idiota me eche a llorar.
Tu voz sonaba tan diferente cuando hablabas con ella. Era dulce, amable, incluso reíste. Eras otro hombre, eras otra persona.
Entonces... ¿quién te conoce de verdad?
Ella, con tu lado amable y gentil.
O yo, con tu lado agresivo y hostil.