09화

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Jungkook apenas recuerda a sus padres biológicos, son viejas fotografías empolvadas en un rincón oculto dentro de su rebuscada mente. Tiene claro que quien debía fungir como madre era una pequeña azabache de prominentes caderas y como padre un hombre ceñudo de gran temperamento; ambos demasiado jóvenes. Debían apenas alcanzar los veinte cuando él era un niño, no sabe muy bien; en realidad sólo tiene dos memorias claras, una calurosa tarde de verano que fueron al centro comercial y cómo le dejaron frente al orfanatorio cristiano para varones. En ambos, él tenía tan sólo tres años; fue exactamente el mismo día. Debió suponer que todo terminaría porque cada momento es demasiado bueno para ser creíble; le compraron helado, comieron pizza y bebió un par de dulces malteadas. Aun puede sentir el espeso líquido resbalando sobre las comisuras de sus labios llevando consigo un dulce sabor a vainilla; entre pestañeos, recuerda a su madre murmurar con su padre, ambos ausentes. Él no lo sabría hasta ser mayor, estaban agobiados. Después todo se tiñe de gris porque van en un taxi a las afueras de Busan, donde él solía vivir antes de su adopción; está atardeciendo y gruesas gotas de lluvia impactan contra el cristal de la ventanilla, el pequeño quiere bajarla pero no le permiten.

         "Vas a mojarte, y enfermarás" recuerda a aquella mujer diciéndole, ahora parece irónica su preocupación. "¿A dónde vamos, mamá?" quiere saber tras minutos de viaje entre interminables carreteras; no responde enseguida, tan ida mirando la tormenta que se desata sobre ellos. "A casa". Pero Jungkook sabía que no iban ahí porque sabe que está más cerca al centro comercial; ahora están lejos, muy lejos. Mira a su padre, aún más serio que su progenitora y cuando el taxi estaciona ni siquiera le mira al ser obligado a bajar en los brazos de su madre. Se empapan en su trayecto, pero Jungkook sigue desconcertado; está en un lugar desconocido, e incluso entre la lluvia siente que su madre está llorando. "¿Por qué estás llorando, mami?" le pregunta repetidas veces y la mujer comienza a irritarse, así que le ignora hasta llegar bajo el umbral de un pequeño convento. "Mamá debe ir al coche, tú te quedarás aquí" le dice mientras pone sus piececitos de regreso al suelo; Jungkook debe secarse las mejillas empapadas de lluvia para mirar confundido a la mujer que le dio vida.

         "No quiero quedarme aquí, ¡debo ir con mamá!" exclama cuando le mira apartarse sin cortar su contacto visual. "Serás un niño bueno si te quedas aquí" y antes de poder reclamar respuestas está corriendo debajo de la lluvia volviendo al coche, Jungkook tiene miedo de moverse; quiere ser un niño bueno. Debe ser un niño bueno. Empieza a llorar haciendo rechinar sus sollozos por encima de la tormenta, pero sigue sin moverse porque su madre lo ha pedido; Tal vez sea un juego, pero alguien del convento se ha alarmado ante sus quejidos y le ha llevado dentro. Nadie ha venido de regreso por él.

         ㅡ¿Jungkook? ㅡla vocecilla de Jimin le regresa al presente haciéndole saber que su clase ha terminado. Enhorabuena. ㅡ¿Estás bien?

         ㅡPor supuesto ㅡsonríe mientras coge cada pertenencia para abandonar el incomodo pupitre, recuerda que tiene una cita con el chico que está junto al novio de su mejor amigo esperándoles afuera del aula. Jungkook mira con diversión ese gesto distraído del castaño, recargado sobre la pared frente a su aula mirando a través de la ventana mientras Yoongi casi salta sobre su novio para preguntarle sobre sus clases.

         ㅡ¿Estás listo para tu examen, Jeon? ㅡinterroga el rubio cuando le mira salir llamando la atención del azabache y del castaño detrás suyo.

         ㅡ¿Examen? ㅡmira confundido a Jimin, quien encoge los hombros en culpabilidad. Puede que haya olvidado recordarle. ㅡ ¿Tenemos examen? Me lleva la..-

         ㅡSe nota que eres muy aplicado ㅡse burla Taehyung haciendo bufar a Jungkook.

         ㅡNo necesito estudiar, Kim.

Estrella FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora