Capitulo 26 ❤️

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(+18)
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Mis labios volvían a los suyos, me devolvió el beso y así estuvimos una cantidad de tiempo cociderable.
El sonido del agua mezclados junto sus gemidos para mí eran el cielo. Sus manos se abrazaron de mi espalda y sentí como clavó ligeramente sus uñas en ella, al momento que tensaba su cuerpo. Sabía lo que venía.
Aceleré mis movimientos mientras mordía mi labio interior y sentia sus piernas temblar.
No pude controlar nada en ese momento, lleve mi mano libre a su boca, sonreí y apreté mi mandíbula y fue ahí donde si interior apretó mis dedos, llevo su cabeza hacia atrás y termino por hundir sus uñas en mi piel. Solté un jadeo de victoria y concluí con mis movimientos. Había alcanzado lo esperado.
Prov Ash:
Me quedé un par de segundos abrazada a sus hombros y con mi respiración agitada. Acaricie su rostro húmedo con la yema de mis dedos y dejé un par de besos cortos. No podía ordenar mis pensamientos en ese momento. Con delicadeza besé sus labios y en seguida me regaló su mirada. No dijo ni una sola palabra, rodeo mi cuerpo con sus brazos,
Y se mantuvo hay estática, tratando de controlar su respiración.
Bese su cuello húmedo y la apreté contra mi para así sumergirnos en el agua. Cada cosa que sentía por ella era aún más linda.
Nos quedamos un par de minutos más en aquella alberca mientras se normalizaba la respiración de ambas. Sus mejillas están de un tono demasiado rojiso, con delicadeza acomodo mi ropa y me dijo al oído
J: Ashley Pérez te amo mucho
A: Yo también te amo... Amor
Mi mente no lograba organizar ninguno de mis pensamientos solo sabía que ella me había echo suya, había sido de ella, No quería alejarme de ella pero teníamos que salir de aquella alberca.
Prov Ash:
Observé su expresión, como a cada rato sacaba una sonrisa perfecta en su rostro, estaba tranquila, con una expresión tan dulce y cálida. La mire apreciando todo lo que era ella, había un silencio muy profundo pero la conexión aún no se perdía, ella aún tenía sus mejillas muy rojas. La bese de nuevo a lo que ella correspondió. Mi mirada se quedó fijada en la piel de su cuello dónde había un par de marcas rojisas...

La razón de estar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora