El corazón de Rachel

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Siempre pensó que las relaciones eran relativas y en su inmensa sabiduría sabía que las cosas podrían ser mejores de los que pensó. Ahora sabe que las cosas no eran así, era complicado, era difícil.

Garfiel trato de decirlo cuando salvó a Damian.

No tenías que esforzarte tanto por un hijo de papi — El recargo suavemente su cuerpo en la cama, con tanto cariño como una muñeca.

Ojala fuese así, pero algo de él se me pego en la cabeza. —

Tienes que descansar, — Su mano verdosa la acarició en la mejilla. — oh Rae, de verdad eres una heroína. Pero no siempre se puede salvar a las personas, sobre todo no a costa de tu vida.

Eso es muy maduro para el chico que tiene toda la colección de loncheras de la Liga de la Justicia. — Dijo de forma irónica a su compañero.

Son especiales. Lo que quiero decir es que algunas cosas no pueden ser y saber cuándo rendirte. — Tomo su mano, inmediatamente dejándola apenado. — Lo siento por eso.

Está bien, me siento mejor con un amigo a mi lado.

Somos amigos, Rae. Siempre.

¿Entonces, que sucedió? ¿Que había cambiado? Han pasado muchas cosas estos 8 meses, Trigon ahora está en una gema en su frente, susurrándole cosas que no vale la pena decir. Y Damian Wayne es el Robín de su equipo, seguía siendo áspero, insolente y por momentos al parecer su único amigo desde que Ella llegó. Tara Markov, la chica que ocupaba su lugar en el grupo.

Al principio era bueno e incómodo, parecía como si conociera a todos desde años. Llegando a ser molesta, prepotente y ruidosa. Todo esto a Raven y Damian le molestaban (Aquí la razón de que se hubieran vuelto tan cercanos); pero a Garfield le encantaba. Parecían almas gemelas siempre riendo, jugando videojuegos, pasando tiempo junto.

Debería ser feliz por su amigo, debería legrarse que Gar encontró por fin la razón de su existencia complementaria. Pero no lo estaba, era una sensación horrible de preocupación y tristeza. De algún modo logro disimular eso, hasta que trato de hacer las paces consigo misma y encarar el problema... y luego escucho su horrible y chillona voz cantando y tocando un ukulele.

— No puedes deshacer lo que siento yo por ti, ni tampoco expresar bien lo que haría yo por ti y cada día... o noche. No importa — Repitió a solas mientras entonaba acordes. — Este juego del dolor voy a jugar. Porque conmigo ya no estas

Una canción boba y estúpida que provocaban lágrimas en sus ojos. Debería ser feliz, debería ser feliz por su amigo. El amigo que rechazo y que ahora ya no tiene derecho de decir nada. No tenía derecho a llorar, no podía llorar.

'' No es cierto, entonces ¿qué hago yo aquí?''

''No te atrevas a llorar Rachel Roth''

'' No lo hagas''

— Rachel... — Una mano se colocó en su hombro.

— Damian — Susurro triste al regresar a mirarlo.

— Ven, tengamos una...cita.

Era desconcertante la petición, incluso apresurada pero ahora no sabía dónde estar. Antes de decir una palabra, Damian ya la llevaba de su mano, jalándola a la azotea.

— Ellos tendrán una cita hoy. —Afirmo Robín, soltándola frente el atardecer de Jump City. Un paisaje hermoso para un momento tan triste.

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⏰ Última actualización: May 10, 2020 ⏰

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