Hace millones de años, la tierra era habitada por dos especies, las sirenas y los hombres alados; las sirenas y tritones dominaban los mares, eran libres en su gigantesca jaula de agua, y los hombres alados surcaban los cielos, vivían felices sintiendo el viento en su rostro, se sentían plenos cuando sus alas desplegaban, ambas especies se sentían libres y felices.Un día un curioso hombre alado al que llamaremos Adán, se acercó al mar, y vio una hermosa sirena, inmediatamente le atrajo lo diferente que era de su especie, nunca había visto nada igual, sentía que la cola de la sirena era hermosa, llena de colores que lo hipnotizaban, no podía dejar pasar la oportunidad de conocer semejante belleza y misterio, así que se acercó lentamente para a la fina línea que separaba el aire y el agua.
La sirena que llamaremos Eva, se percató de la presencia de Adán, ella ya había visto varios hombres alados, cuando pasaban volando a toda velocidad cerca de la orilla del mar, pero ninguno jamás se le había acercado, sentía tanta curiosidad por conocer esa extraña y fuerte especie que no lo pensó dos veces, intrépida y sin miedo también se acercó, asomo rápidamente la cabeza fuera del mar y le sonrió, Adan también sonrió, le parecía hermosa aquella sonrisa, se cautivaron al instante uno al otro, Adán intento comunicarse con Eva pero ambos se dieron cuenta que hablaban idiomas diferentes, así que después de varios minutos y con la intensa necesidad de entenderse y conocer más de cada uno, intentaron comunicarse a través de gestos y señas, pero las sonrisas y las miradas fueron las protagonistas de esa nueva forma de comunicación.
Pasaron los días y los meses, los soles y las lunas, y con el tiempo Eva y Adán crearon un idioma totalmente suyo, uno que solo ellos podían entender, se veían a diario, se escapaban de sus respectivos hábitat para poder reunirse y pasar lo que en ese momento para ellos era lo mejor que le había pasado en la vida, cada ves más no querían separarse y fue tanto el aprecio que sentían el uno por el otro, que sentían la necesidad de tocarse para poder materializar de alguna manera ese querer indomable que arropaba sus corazones.
Mantenían escondidos sus encuentros, nunca habían hablado del tema con sus respectivas especies pero por algún motivo sabían que no iban a aceptar su amor, no querían que nadie impidiera o intentará que no se vieran más, sospechaban que había algo que no estaba del todo bien en esos encuentros pero lo que su pecho gritaba era demasiado fuerte como para ignorarlo.
Querían estar juntos, tocarse y no separarse por nada del mundo, pero Adán no podía entrar al mar sin tener que renunciar a sus alas y Eva no podía surcar los cielos sin tener que renunciar a su brillante cola, a ninguno le parecía justo que uno o el otro renunciara a su esencia para poder estar juntos, aunque eso era lo único que impedía su plena felicidad. Después de varios días pensando y analizando, Adán sobrevolaba los mares y las tierras, y fue ahí que tuvo lo que en su momento parecía una gran idea, ambos podrían vivir en la tierra para siempre y ser felices pero con una condición. El emocionado fue donde su amada y le propuso a Eva que ambos renunciaran a lo que les impedía estar juntos, las alas y la cola, si hacían esto podrían vivir en la tierra sin problemas y nadie se sentiría mal ya que ambos renunciaría a su esencia por estar con él otro, al fin y al cabo de eso se trata el amor, o al menos eso pensaba Adán. Forjó un anillo con algunos hueso de sus alas y con algunas escamas de sirena, ese anillo representaba su compromiso y su eterno amor, y para que su promesa fuera algo palpable y no fueran sólo palabras.
Eva lo dudó un poco, pero sabía que iba a ser infeliz si no estaba para siempre con su amado, así que le dijo que si a Adán, tomó su anillo, se lo introdujo en el dedo que estaba conectado con su corazón y sellaron el pacto de amor eterno con un beso.
Inmediatamente Eva empezó a sentir cambios en su cuerpo, su cola se convirtió en piernas y las alas de Adán se marchitaron tanto que se cayeron de su cuerpo, fue un proceso doloroso pero no les importaba. Ambos fueron al lugar llamado tierra, felices y eufóricos se tocaron por primera vez debajo de una llena y radiante luna con el color de la miel, al principio de manera lenta y tímida, pero pronto el tacto se torno apasionado y desesperado, sentían que no existía una sensación más exquisita en la vida.
Pasaron los días, las semanas y los meses, ya la luna no tenía el color de la miel y cada uno comenzaba a extrañar sus viejas alas y su vieja cola, sentían que le faltaban para vivir, que no estaban completos sin ellas, que habían perdido su esencia, y al mismo tiempo sentían que el otro ya no les parecía lo mismo de lo que se enamoraron, a ambos le faltaba eso que los hacía diferentes, eso que los atrajo en primer lugar, pero ninguno decía nada al respecto , estaban conscientes que habían tomado una decisión y que ya no había vuelta atrás, pero la sensación se fue agrandando día tras día, hasta llegar al punto de que ambos se preguntaran si había válido la pena.
Sus sonrisas fueron desapareciendo de sus rostros, y lo que antes los hacía feliz se había convertido en un acto más, en momentos de simples placer, ya no era la sensación más exquisita del mundo. Pero de pronto llegó una luz a su vida que los lleno de esperanza y evitó la separación que ambos estaban pensando en silencio, Eva dio a luz a un hermoso niño, lo llamaron humano, este niño nació sin alas y sin cola, era una nueva especie y para la decepción de sus padres, el no podía sobrevivir en otro habitat que no fuera la tierra, adán y Eva se sintieron amarrados y esto hacia que la infelicidad estuviera en el aire.
El niño creció en su hábitat natural pero sin esencia, siempre tuvo la sensación de que le faltaba algo y de que no pertenecía a dónde estaba, miraba el cielo y el mar con curiosidad y toques de nostalgia, pero nada en la tierra, en el cielo y el mar lograba llenar ese vacío que sentía, ya que su esencia estaba en los tres elementos pero nunca podría estar en los tres elementos al mismo tiempo, a así que salió en búsqueda de una manera de conseguir su esencia al cien por ciento, a la cuál llamó felicidad y así como él todos sus descendientes humanos pasan su vida en busca de la felicidad.
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Esencias
Short StoryHistoria corta que plantea como nos vamos desintegrado poco a poco al suprimir una parte de nuestro ser para complacer a quien amamos con la promesa del matrimonio y un amor eterno.